
El ministro de Hacienda brasileño, Guido Mantega, advirtió de que su país adoptará las medidas necesarias para evitar la sobrevalorización del real e importaciones a precios artificialmente bajos, por las que culpa a los países que pelean por el reducido comercio mundial tras la crisis.
En una entrevista concedida al diario O Estado de Sao Paulo ha dicho: "Todo el mundo está peleando por los mercados que están ahí y una de las maneras de disputar es con la manipulación del cambio, depreciar la moneda. No podemos quedarnos atrás en ese juego", advirtió el ministro.
Brasil acusa a países como Estados Unidos y China de apoyar la depreciación de sus monedas, ayudando a la valorización del real.
El real brasileño alcanzó esta semana su nivel más alto en 12 años, desde que el país adoptó el libre cambio en enero de 1999, a 1,53 por dólar.
Como resultado, la industria brasileña está perdiendo competitividad a marchas forzadas y aumenta la importación en el país. El martes el gobierno pretende lanzar una política de estímulo industrial.
Mantega prometió una "fiscalización rigurosa" de las importaciones que llegan al país a precios artificialmente bajos y compiten con los productos nacionales más caros. Y lamentó que muchos países para los que Brasil ya adoptó medidas antidumping consiguen exportar a través de otros países.
El ministro reconoció que cuando el real se acerca al valor de 1,50 frente al dólar se "angustia" y desmintió que su país vaya a permitir esa valorización para luchar mejor contra la elevada inflación.
"Un dólar a 1,20 (reales) colaboraría tremendamente (para frenar la inflación) pero acabaría con la industria nacional", dijo.