
El gasto en medicamentos está de nuevo en el punto de mira de las comunidades autónomas, que se reunirán este jueves con el Ministerio de Sanidad en el Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud con un único punto del día: sostenibilidad.
El recorte farmacéutico aplicado por el Gobierno en 2010 en forma de descuentos y bajadas de precios por valor de 2.500 millones de euros ha frenado en seco el gasto hasta situarlo en decrecimiento por primera vez en la historia, pero no da de sí para reflotar una Sanidad que acumula una deuda creciente de 15.000 millones con sus proveedores.
Si no se alcanza ningún acuerdo, algunos consejeros como el madrileño Javier Fernández-Lasquetty ya han advertido de que romperán la baraja en política farmacéutica, como ha hecho Galicia con el llamado catálogo gallego, para recortar por su cuenta la factura que sólo en recetas asciende a 11.574,3 millones de euros y que sumado el gasto hospitalario rebasa los 17.000 millones en España.
En total, este capítulo absorbe casi el 30% del presupuesto sanitario autonómico para 2011 (58.000 millones), que ya incluye una reducción del 3% respecto a 2010.
Con la excepción de Cataluña, inmersa en un ajuste integral del gasto sanitario para ahorrar 1.000 millones de euros, el resto de comunidades no se ha metido a fondo en la tarea y esperan que el Gobierno meta de nuevo la tijera en el sector farmacéutico.
Alternativas
De momento, el Ministerio de Sanidad es más partidario de subir impuestos para allegar más recursos al sistema, en línea con los 8.000 millones de euros prometidos por el candidato socialista a La Moncloa, Alfredo Pérez Rubalcaba. El secretario general de Sanidad, José Martínez Olmos, defiende así nuevos tributos, sin descartar "uno específico destinado con carácter finalista a la Sanidad".
De la misma opinión es el consejero catalán, Boi Ruiz, quien asegura que "la Sanidad necesita más dinero", para precisar que "puede ser con tasas o con un incremento de impuestos, pero siempre saldrá del bolsillo del ciudadano".
Pero el PP se niega a subir la presión fiscal y mucho menos a introducir nuevos copagos, la receta de Bruselas para los países rescatados. A cambio, los populares proponen más recortes en el corto plazo para que la factura de farmacia "sea menos gravosa". El grupo popular defenderá así este martes en el Congreso un cambio de la actual ley del medicamento para dar voz y voto a las comunidades en la fijación de precios y obligar a que los precios bajen desde el momento en que pierda la patente y se ajusten al precio de los tres genéricos más baratos.
Andalucía rompe la unidad
Andalucía, en cambio, tiene otra receta para abaratar que ha levantado en armas al sector. La Junta ya tramita el proyecto de Decreto de Medidas Urgentes sobre prestación farmacéutica que espera aprobar en octubre y que cuenta con el visto bueno del Ministerio. La norma permitirá la compra de fármacos a través de una licitación pública para obtener descuentos de los laboratorios, que las farmacias deberán dispensar cuando se receten a través de su principio activo o molécula base del tratamiento. El sector acusa a la Junta de romper la unidad del mercado.
Son distintas fórmulas con el fin de que los medicamentos "cuesten menos", tal y como lo ha expresado Fernández-Lasquetty. A pesar de que el precio medio de las recetas es uno de los más bajos de Europa, la bajada es la única vía utilizada hasta ahora por todos los gobiernos para reducir y financiar el gasto sanitario. Desde 2000 se han aprobado más de 20 medidas que inciden en los precios y márgenes del sector.
El resultado es que el crecimiento del gasto farmacéutico en recetas fue negativo en 2010 y este año volverá a serlo, al acumular un decrecimiento interanual del -9% en mayo, que contrasta con los crecimientos de 2003, cuando superó el 12%.
Lo que no ha variado es el número de recetas. En mayo se prescribieron 969 millones de recetas, un 2,25% más que el año anterior, lo que convierte a los españoles en los europeos que más medicación consumen, junto con los franceses, con 20,6 recetas por persona y año o 30,7 recetas por segundo.
Pérdidas millonarias
El impacto de los recortes de precios y los impagos por parte de las administraciones autonómicas han situado además en pérdidas a muchos laboratorios. El presidente de Farmaindustria, Jordi Ramentol, calcula que se han destruido 5.000 empleos directos y 20.000 indirectos dentro del sector, además de paralizar la inversión en I+D.
Las farmacias no están mucho mejor. Las boticas de Castilla-La Mancha reclaman el pago de los 50 millones de euros adeudados por las recetas de mayo, que normalmente se abonan el día 20 del siguiente mes.
El consejero de Sanidad, José Ignacio Echániz, se ha comprometido a elaborar un plan de pagos para saldar dicha deuda y en Baleares el Ejecutivo presidido por el farmacéutico José Ramón Bauzá sólo pagará a las farmacias un tercio de la deuda después de que los bancos hayan denegado una póliza colectiva, como la que suscribieron los boticarios murcianos para avalar los pagos que les adeuda la Administración.