Economía

"Mariano podrá ganar las elecciones, pero hoy ha vuelto a perder"

"Mariano podrá ganar las elecciones, pero hoy ha vuelto a perder". Con esta frase resumía un destacado parlamentario del PP el último cara a cara, al menos en un Debate del Estado de la Nación, entre Rajoy y Zapatero. Y lo hacía entre conformista y resignado, a sabiendas de que en esta ocasión el resultado del encuentro es lo de menos. Zapatero: el debate sobre la eliminación de las diputaciones es para la siguiente legislatura.

El presidente del Gobierno tiene los días contados y ni el recurso a la autocomplacencia o los trucos de última hora, como resucitar una línea ICO, que ellos mismos se cargaron, para que los ayuntamientos paguen sus deudas con las pymes, pueden devolver la credibilidad perdida. Desde luego a él, no, y a su partido muy difícilmente. Y es que no había más que ver las caras de un Rajoy entre sorprendido y agobiado, mientras buscaba papeles desesperadamente en su escaño para intentar responder al aluvión de cifras y de gráficos con que un visiblemente enfadado Zapatero intentaba echar por tierra el eje económico de la insulsa primera intervención del aspirante.

Esa fue, sin duda, la imagen de un debate que fue más de lo mismo, como se desprende de los comentarios en pasillos de una mayoría de diputados de la minorías y de los informadores.

Un debate en el que, como siempre, el seny lo puso el portavoz de CiU, Durán i Lleida, cuando hablaba, fuera ya del hemiciclo, de "más humo que contenidos". Un fiel resumen de lo que dio de sí este primer día, en el que el grupo catalán volvía a demostrar cordura al proponer un pacto de fin de legislatura con elecciones para otoño.

Donde también pudo verse humo, y algunas veces hasta fuego, fue en los ánimos exaltados de sus señorías de los dos grandes partidos. Aplaudieron a sus líderes como nunca. En especial los socialistas, como si quisieran rendir su último homenaje al líder caído. Incluso, en una escena inusual, pudimos ver al vicepresidente y sucesor Rubalcaba, aplaudiendo de pie y volcado hacia el presidente, tras su encendida réplica a Rajoy.

También los populares aplaudieron, y mucho, a su líder, pero los aplausos parecieron poco espontáneos en la primera intervención, y más apasionados que justificados en unas réplicas, sobre todo la primera, en las que Mariano titubeó, incluso, provocando ironías y alguna risa en la bancada socialista.

Tan encendidas estaban algunas señorías que hasta el siempre tranquilo José Bono tuvo que amonestar seriamente al ex secretario de Estado de Comunicación, Fernando Moraleda, o a los populares Jorge Moragas o Rafael Hernando, por expresiones como "¡Vaya hombre de Estado!", que dirigieron a Rajoy, o el clarísimo "está loco" que se escuchó mientras hablaba Zapatero.

Y, en las tribunas, la plaza "abarrotá" y con lo más granado de la jet set extraparlamentaria, como la mujer de Rodríguez Zapatero, Sonsoles Espinosa, o los líderes populares madrileños, Esperanza Aguirre y Alberto Ruiz-Gallardón, acompañado por el presidente de la Asamblea de Madrid, Ignacio Echevarría.

Y, como lo cortés no quita lo valiente, al final los dos primeros espadas aprovecharon el final del duelo para desearse suerte, eso sí, con expresiones no exentas de ironía.

-"Mis mejores deseos para su futuro personal y familiar", le dijo Mariano a José Luis.

-"Le deseo lo mismo", le respondió este, sin olvidarse de matizar que "pero no políticamente".

Faltaría más.

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