Economía

Prisión provisional para Strauss-Kahn: las primeras pruebas confirman los cargos

  • Se le imputan cargos de intento de violación, acto sexual criminal y retención ilegal
  • La jueza ha fijado una nueva vista para este viernes

Dominique Strauss-Kahn, director gerente del Fondo Monetario Internacional, no ha conseguido despertar de la pesadilla en la que se encuentra sumido, que además de tirar por la borda sus presuntas aspiraciones presidenciales en Francia podría costarle entre cinco y 25 años de cárcel, según ha pedido la fiscalía del caso que supervisa el caso de ataque sexual que pesa sobre el galo. Los escándalos sexuales más sonados de los líderes políticos.

Finalmente, la juez Melissa Jackson, ha decidido mantener al galo bajo custodia al rechazar la fianza de un millón de dólares solicitada por la defensa, y que la propia esposa de Strauss Kahn, Ann Sinclair, que ha llegado hoy mismo a Nueva York, estaba lista para transferir desde una de sus cuentas personales. El que fuera ministro de Economía y Finanzas francés deberá comparecer de nuevo el próximo 20 de mayo.

El informe policial, elaborado por el detective Steven Lane, del Departamento Especial de Víctimas de la comisaría de Boro, en Manhattan, indica que pesan sobre el acusado dos cargos de acto sexual criminal de primer grado, un cargo de intento de violación, un cargo de abuso sexual de primer grado, un cargo de segundo grado y apto para análisis de ADN por retención ilegal, otro más de tercer grado por abuso sexual, también con acceso a pruebas de ADN y, por último, un cargo por tocamiento forzado que, como los dos anteriores, abre la puerta a una examinación de pruebas científicas. En total, siete cargos, por los que la fiscalía pidió entre cinco y 25 años de prisión.

Riesgo de fuga

Además, John McConnell, uno de los fiscales que asisten el caso, ha reiterado ante el hormiguero de periodistas y curiosos allí presentes que Strauss Kahn, no ha mostrado  evidencia alguna de tener un incentivo "de permanecer en el país" y su riesgo de fuga era evidente, como ya demostró su intento de volar a Francia el pasado sábado en el momento de su detención.

Sin embargo, el abogado de la defensa, Benjamin Brafman, ha reiterado que "las pruebas no son consistentes para demostrar un encuentro forzado". Al término de la audiencia, Brafman ha afirmado sentirse "defraudado" y ha asegurado que "la batalla acaba de comenzar". "Es un caso muy defendible y nuestro objetivo será tratar de limpiar su nombre", ha añadido. Recordemos que Brafman es especialista en esta clase de casos ya que defendió a Michael Jackson de las acusaciones de abuso sexual a un menor, de los que el fallecido cantante logró librarse.

De todas formas, el documento que describe lo ocurrido durante el mediodía del pasado sábado 14 de mayo en la habitación del hotel Sofitel de la calle 44 es explícitamente gráfico. Strauss-Kahn forzó a la empleada del hotel, una afroamericana de 32 años de edad, a acometer distintos actos sexuales, entre ellos sexo oral, e intentó retirarle la ropa interior en dos ocasiones para tocar su entrepierna, después de que ésta entrase en el cuarto del director gerente del FMI y éste se abalanzara sobre ella tras aparecer sin ropa desde el baño.

La defensa cuenta con una coartada

Antes de su llegada al juzgado criminal del 100 de Centre Street, donde Strauss-Kahn entró por la puerta trasera y compartió banquillo con un traficante de drogas, la emisora de radio francesa aseguró que la defensa del director gerente del FMI contaba con una coartada, ya que tenía pruebas para demostrar que el presunto autor de los hechos se encontraba almorzando con un acompañante, presuntamente su hija, dentro del recinto en el momento de los hechos.

Además, abandonó el hotel tras pagar su cuenta y devolver la llave antes de poner rumbo al aeropuerto John Fitzgerald Kennedy para coger un vuelo con destino a Paris, comprado con meses de antelación.

En este sentido, las horas variaban entre el mediodía y la una de la tarde, según qué parte involucrada pero, al final, el informe oficial situó los acontecimientos a las doce del mediodía del pasado sábado. Durante la audiencia, McConnell, el asistente del fiscal del distrito, ha afirmado haber visto un vídeo registrado por las cámaras de seguridad del hotel donde Strauss Kahn, "parecía un hombre con mucha prisa". Cabe recordar, que el francés olvidó su teléfono móvil y otros objetos personales en el cuarto, aunque la defensa ha justificado que éste llamó al hotel para informar que había dejado su celular en la habitación.

Teorías de la conspiración

Es cierto, que las teorías conspiratorias provenientes de Francia no tardaron en circular en Internet, especialmente una entrevista concedida por Strauss-Kahn y publicada el pasado 28 de abril, donde el director del FMI reconocía no sólo su amor por las mujeres sino que podría ser víctima de una trampa sexual. Sin embargo, las autoridades policiales han confirmado que investigan conductas similares a la ocurrida el sábado cometidas por el francés, por lo que las acusaciones previas vertidas por una periodista y novelista francesa sobre el director del FMI podrían volver a la palestra.

Desde el Fondo Monetario Internacional, han informado de que el consejo ejecutivo de la organización ha mantenido una reunión "informal" para tomar decisiones sobre lo ocurrido. Además, se han lavado las manos, especialmente en lo referente al coste de la habitación del hotel Sofitel donde se encontraba hospedado Strauss Kahn, que la prensa cifra en 3.000 dólares la noche.

"El director gerente del FMI se encontraba en Nueva York atendiendo asuntos privados por lo que pagó de su bolsillo la habitación del hotel", ha señalado el FMI en un comunicado.

Con aspecto cansado y ataviado con una camisa blanca y pantalón oscuro, Strauss Kahn se ha sentado en el banquillo y ha escuchado las declaraciones de los allí presentes. El proceso ha durado sólo 26 minutos pero ha sido la guinda a una odisea de 46 horas navegando por el confuso sistema criminal de la ciudad de Nueva York.

Desde el momento de su detención el director del FMI, Dominique Strauss Kahn ha pasado buena parte de su detención en la comisaría de Boro, East Harlem, donde fue sometido a una rueda de reconocimiento y trasladado posteriormente a última hora del domingo a un centro hospitalario para somenterse a un examen médico forense.

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