Economía

Grecia, Irlanda y Portugal, abocados a reestructurar su deuda

La subida de los intereses y la fuga de inversores ha hecho que el mercado empiece a contemplar una reestructuración a medio plazo para la deuda de Grecia, Irlanda y Portugal. Los planes de austeridad de estos países de la zona euro son difíciles de aplicar o no producen los efectos deseados.

"La probabilidad de que se reestructure la deuda es ahora del 40% en Portugal, de cerca del 50% en Irlanda y del 60% en Grecia", dice Ciaran O'Hagan, estratega del banco francés Société Générale.

Las tres grandes agencias de calificación (Standard & Poor's, Moody's Investors Service y Fitch Rating) han enarbolado esta amenaza para justificar las recientes rebajas de la nota soberana de estos países, los eslabones más débiles de la zona euro. Moody's ha sido la última en degradar la nota de Portugal este mismo martes.

El temor de los mercados a que la deuda de estos países pueda ser reestructurada se traduce en la inflexión de la curva de los tipos de interés. Mientras que normalmente es más caro prestar dinero a largo plazo que a corto, en el caso de los préstamos portugueses y griegos es lo contrario. De hecho, los intereses portugueses a cinco años llegaron a superar hoy al 10%, casi un punto por encima de la referencia a 10 años.

Para Grecia, la evolución es todavía más clara: los intereses a dos años alcanzaron cerca el 16% contra el 12% para los bonos a diez años.

"No se puede financiar (un bono) a intereses tan altos", señala Christian Parisot, economista de la agencia Aurel. "Habrá que reducir el monto de la deuda, es decir, reescalonar los reembolsos", dice Axel Botte, estratega del mercado de obligaciones de Natixis AM.

La posibilidad de una reestructuración de la deuda empezó a tomar cuerpo cuando Alemania propuso a finales de octubre un mecanismo para ayudar a los países en dificultades en la zona euro (MES). Algunos países desean, con Alemania a la cabeza, que si un país se vuelve insolvente, la ayuda europea se condicione a que no solo lleve a cabo el programa de ajuste presupuestario sino que reestructure la deuda.

Demasiada espera

No obstante, la situación parece diferente dependiendo del país. Grecia debería ser el primer país concernido, pues su déficit público podría elevarse al 10,6% de su producto interno bruto (PIB) en 2010, un punto más de lo previsto. Irlanda, por su parte, anunció la semana pasada que necesita inyectar 24.000 millones de euros a sus bancos. En el caso de los dos países, sería necesaria una reestructuración lo antes posible.

"Cuanto más se espere, mayor será la parte de la deuda en manos del Fondo Monetario Internacional", advierte Botte.  Como el FMI es "un acreedor prioritario en relación a los inversores, estos se verán cada vez más perjudicados", subraya.

Grecia e Irlanda se benefician del plan de apoyo europeo hasta el 2013, pero Portugal se encuentra en un impase tanto financiero como político.

El país debe reembolsar 9.000 millones de euros antes de mediados de junio y dotarse de un nuevo gobierno, antes de contemplar cualquier ayuda financiera de Europa y del Fondo Monetario Internacional (FMI).

"No se puede ir eternamente de plan de austeridad en plan de austeridad. El costo político y social es demasiado importante para los gobiernos", agrega el experto de Natixis.

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