El primer banco alemán considera que la fortaleza de la economía española no es un fenómeno pasajero sino una realidad estable, pese a los riesgos que entraña el sector inmobiliario. El informe prevé para los próximos años un crecimiento per cápita superior al 2% -la media de la eurozona-, lo que conducirá a que España supere a Italia y Alemania en incremento del Producto Interior Bruto per cápita en 2020.
El informe realizado por Stefan Bergheim establece cuatro claves fundamentales que han conducido al éxito actual de la economía española y concluye que estos factores sientan las bases para un crecimiento sostenido, con un peligro de recesión mucho menor de lo que se suele suponer.
Más trabajo
En primer lugar, destaca el crecimiento del trabajo que desde mitad de los años 90 ha conducido a una disminución del paro, un aumento de la inmigración y de la cuota de empleo.
El estudio parte de la base de que a largo plazo no se mantendrá el ritmo de inmigración actual, con la llegada anual de algo más de medio millón de extranjeros en el periodo de 2002 a 2005, sino que se irá debilitando.
"Han sido cada vez más personas que trabajan", destacó Bergheim quien hizo hincapié en que la mayoría de los inmigrantes es mano de obra "y no jubilados alemanes o británicos", lo que ayuda a aumentar la cuota de puestos de trabajo y una "dramática reducción del paro".
Inmigración cualificada
Entre los extranjeros que llegan regularmente al país, el mayor porcentaje lo constituyen -en contra de la percepción habitual- los rumanos, con un 11 por ciento, lo que en el caso de esta nacionalidad se traduce en una entrada de mano de obra cualificada.
La segunda clave de éxito es el fuerte aumento del capital humano, ya que, mientras que hace tres décadas el porcentaje de académicos era del 10 por ciento, ahora es de un 40 por ciento.
Sin embargo, sigue siendo un problema la calidad de los estudios universitarios que, según el último informe PISA, sitúan a España en la cola de los países de la OCDE. Sólo Italia, Dinamarca y Portugal quedan peor, y Alemania poco mejor.
Apertura al exterior
El tercer factor de éxito ha sido la rápida apertura que ha experimentado la economía española hacia el exterior, acompañada de una desregularización que ha servido para atraer inversiones directas extranjeras.
Finalmente, el cuarto instrumento ha sido la mejora de las capacidades de innovación, si bien a partir de un nivel bajo.
"La innovación está en la cabeza de la lista de prioridades del Gobierno", y el Estado "está invirtiendo mucho en I+D", señaló Bergheim en Berlín, quien pronosticó que España podrá cerrar en poco tiempo la brecha que todavía existe frente a la Unión Europea (UE) en este sector.
Riesgos del 'boom' inmobiliario
Todas estos factores han conducido, según Bergheim, a un gran aumento del capital disponible y de las inversiones estatales, al "boom" inmobiliario", al déficit de la balanza por cuenta corriente y al superávit presupuestario, factores relevantes a la hora de evaluar la sostenibilidad del crecimiento.
El estudio no se atreve a pronosticar cuál será la situación cuando concluya la explosión inmobiliaria, reconoce que entraña una serie de riesgos, pero al mismo tiempo subraya que, en contra de la percepción generalizada, no es el sector inmobiliario el pilar de auge sino el de servicios, lo que reduciría el impacto negativo.
Déficit de la balanza comercial
Bergheim tampoco muestra preocupación por el déficit de la balanza por cuenta corriente, pues, explica, este indicador no tiene consecuencias preocupantes dentro de una unión monetaria, "donde no se producen correcciones a través del tipo de cambio monetario nominal o no se deben aumentar los tipos de interés para proteger una divisa".
Hay que aceptar simplemente que "el éxito económico de España se financia en parte del extranjero", señala el estudio que, como factor tranquilizador, añade que el déficit por cuenta corriente no se destina a paliar un déficit presupuestario sino a las inversiones privadas