
El principio de acuerdo al que han llegado Gobierno y sindicatos contempla fórmulas para proteger a dos de los colectivos más afectados por la crisis y los efectos devastadores del desempleo: los jóvenes y las madres al cuidado de los hijos. Ahora bien, ¿cómo se articulará esta protección?
Ambos colectivos podrán sumar a su cómputo de años cotizados el periodo que dedicaron a formación, en el caso de los becarios, y el tiempo no cotizado y dedicado a la atención de los hijos, en caso de las madres y los padres. En cualquier caso, el periodo a sumar nunca podrá exceder de los dos años.
Esta era una de las principales exigencias de los sindicatos para dar el visto bueno al retraso de la edad legal de jubilación que reclama el Gobierno.
El acuerdo, con condiciones
Pero hay que leer entre líneas para darse cuenta de que ni todos los becarios ni todas las madres podrán beneficiarse de esta medida. Habrá unas exigencias a cumplir. Los primeros deberán asumir de su propio bolsillo un pago a la Seguridad Social por el tiempo que no han contribuido al sistema. Según algunas fuentes, se especula con la posibilidad de que la medida tenga carácter retroactivo a 2007, año en el que comenzó la crisis.
El País, por su parte, apunta a que habrá un periodo retroactivo de cuatro años a partir del momento en que entre en vigor la reforma de pensiones. Lo más probable es que opere a partir de 2013, por lo que el periodo retroactivo se extenderá hasta 2009, según sus cálculos.
En el caso de los progenitores, el acuerdo establece que cada niño sumará nueve meses de cotización, hasta un máximo de dos años. Pero será necesario que la madre demuestre que ha dejado su trabajo para hacerse cargo de su hijo para beneficiarse de la medida.