Economía

Bruselas intenta hilvanar hoy la ampliación de su fondo de rescate

  • El Ecofin también negocia reforzar los test de estrés a la banca

Los ministros de Economía y Finanzas europeos se reúnen esta tarde y mañana en Bruselas para remendar las carencias con las que en primavera tejieron el fondo para evitar la quiebra de países como Grecia, Irlanda, Portugal, España, Italia o Bélgica.

El pasado mes de diciembre se dieron de plazo hasta marzo para hilvanar un pacto que permita ampliar los recursos del fondo y agilizar su funcionamiento. Pero la Comisión Europea ha precipitado el calendario al generar con sus declaraciones la expectativa de que el acuerdo puede estar maduro para sellarse en la cumbre que los jefes de Estado o de Gobierno de los 27 países de la UE celebrarán en Bruselas el 4 de febrero.

El mercado calcula que los 750.000 millones de euros del fondo actual no bastarían para socorrer a economías como la española o la italiana, demasiado grandes para caer pero, también, demasiado grandes para ser rescatadas. Así que una de las opciones es aumentar los recursos del mecanismo o incluso declararlo ilimitado.

También se negocia que compre de forma preventiva deuda pública de los países en apuros, o que les conceda créditos para apuntalar su liquidez; en lugar de esperar a que los problemas degeneren en una crisis de solvencia y se tenga que recurrir a un plan de rescate y ajuste radical, como se hizo con Grecia e Irlanda. Y se plantea que preste con tipos de interés más asequibles y amistosos que los ofrecidos a Grecia (algo superior al 5%) y a Irlanda (cerca del 6%).

Más apoyos

La Comisión Europea, España, el Banco Central Europeo (BCE) y el Fondo Monetario Internacional (FMI) defienden aumentar y flexibilizar el mecanismo. En Alemania, el socio más influyente de la UE y el que más recursos aporta al fondo, gana terreno el europeísmo de su ministro de Finanzas, Wolfgang Schäuble, partidario de suavizar los rescates. Y pierde fuelle la negativa que la canciller Angela Merkel mantuvo en 2010, para penalizar a los Gobiernos menos rigurosos y forzarles a ejecutar duros saneamientos presupuestarios.

Los ministros europeos también negociarán la nueva oleada de test de estrés, a la que en breve someterán a sus bancos para sondear su solvencia. Los resultados deberían ser públicos a finales de primavera o inicios del verano. Los test cuyos resultados se publicaron en verano de 2010 son manifiestamente mejorables, ya que fueron incapaces de detectar los problemas de liquidez que escasos meses después se llevaron por delante a la banca de Irlanda. Los controles sobre la exposición de los bancos al ladrillo y a las hipotecas basura también son susceptibles de ser reforzados.

El pleno del Parlamento Europeo prevé aprobar definitivamente el miércoles la legislación que encorsetará los derechos de los pacientes europeos a ser atendidos en Estados de la UE diferentes al suyo. La directiva fue pactada entre la Eurocámara y los Veintisiete, después de que el Gobierno español (para abortar una espiral de gasto en su sistema sanitario y el embrión de una privatización encubierta), cortara las alas a los planes de Bruselas de aumentar los derechos a la libre circulación de los pacientes.

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