
El implacable castigo de los mercados a la deuda española parece no tener fin. Los analistas y expertos económicos advierten de que se está acabando el tiempo para España, y coinciden a la hora de señalar que la única solución probable es lanzar medidas importantes para reformar el sistema financiero y mejorar el crecimiento. De lo contrario, el mercado obligará a un rescate. Citi: "España aún puede salir del paso sin ayuda externa".
"Se termina el tiempo", dice en su entrada en el blog www.nadaesgratis.es Luis Garicano, catedrático de Economía y Estrategia en el departamento de empresas y economía en la London School of Economics.
El economista aboga por un comunicado conjunto del gobierno y la oposición "anunciando el saneamiento y reestructuración definitivo del sistema financiero" y pide también un concreto "plan de reformas estructurales para los próximos 100 días" que den una clara perspectiva de crecimiento para la economía española.
No se necesita ayuda, pero...
La mayor parte de los analistas coinciden también a la hora de señalar que, sin movimientos importantes del Gobierno y a la vista de la ferocidad de los ataques, España podría finalmente acabar necesitando un rescate independientemente de que a día de hoy los fundamentales no lo justifiquen.
"Los mercados van a seguir presionando, están esperando señales claras, tal vez tendrían que, por lo menos, anticipar algo de lo que piensan hacer, unas líneas maestras claras", explicó a Reuters José Luis Álvarez, director del departamento de Economía de la Universidad de Navarra.
"En estos momentos España no necesita ayuda, estamos en unas circunstancias en la que los mercados nos obligan a hacer cosas que tenemos que hacer", explicó. "Si somos capaces de hacerlas, aún tenemos margen para calmar a los mercados. La ayuda va a depender de que si los mercados nos siguen castigando el diferencial se irá a un valor en el que la zona euro dirá: No se puede financiar España con estos tipos".
Aunque los analistas señalaron que el mensaje en batería lanzado el pasado viernes por las autoridades españolas con respecto a medidas de más transparencia fiscal, bancaria y de deuda iban en la dirección adecuada, coincidían en que era insuficiente. "Si no se anuncian medidas sólidas, claras y consistentes, estamos en peligro", apostilló Álvarez.
De hecho, además de la ampliación del diferencial, que ha escalado casi 100 puntos desde la semana anterior, la Bolsa española ha perdido más de un 10% de su valor con caídas que rondan o superan el 15% en varios de los principales bancos nacionales entre dudas de refinanciación si persiste el encarecimiento de la deuda.
¿Es posible un acuerdo de Estado?
Hasta un grupo en Facebook aboga por un pacto de estado contra la crisis, aunque el número de simpatizantes (sólo tiene 25 miembros) podría ilustrar la escasa posibilidad de encuentro entre los dos partidos mayoritarios, que viven uno de los períodos más enfrentados desde la democracia, precisamente por el uso de la crisis como arma política.
En ninguno de los dos partidos con mayor representación parlamentaria fue posible conseguir de forma inmediata comentarios sobre una hipotética fuerza común, aunque los discursos recientes (incluyendo el resultado de las elecciones en Cataluña) no parecen apuntar en ese sentido.
Quizás por esto, la cuestión sobre la que no hay acuerdo entre los observadores es si a estas alturas de la tormenta sería suficiente con consenso nacional o si las posibles medidas a anunciar tendrían que ser instrumentalizadas desde una Europa unida en defensa del euro.
"No hay forma de parar esta oleada, lo único que se puede esperar es un mensaje muy fuerte de Europa o del BCE", dijo un operador.
José Luis Álvarez zanja la cuestión al afirmar que un hipotético rescate de España pondría en peligro el conjunto del euro. "Los cálculos políticos van más allá de la cuestión española. Si España tiene que ser rescatada pone en solfa al conjunto de la zona euro". Para este experto, "ya no es sólo la debilidad política en España sino la debilidad política que eso podría suponer en Europa" y considera que "ahí es donde entran las dudas de si la zona euro puede sobrevivir o no".