Economía

Europa decidirá, caso por caso, si la banca contribuye a rescatar Estados

  • El Gobierno alemán advierte que ya no le queda más dinero, tras la intervención en Irlanda y Grecia
  • Los titulares de bonos públicos deberán negociar prórrogas, reestructuraciones o quitas parciales

Los responsables políticos de la UE brindaron ayer un nuevo recital de confusión, lo último que necesita el mercado en el actual clima de desconfianza ante la solvencia de Eurolandia: el grupo de los 16 Estados que comparten el euro como moneda única. Cierto es que ataron los flecos del rescate de Irlanda; pero obviaron la difícil coyuntura de España y Portugal, y se enzarzaron en una negociación sobre las grandes líneas de un mecanismo de rescate de Estados al filo de la quiebra que empezará a funcionar amediados de 2013.

Alemania y Francia marcaron la pauta de la negociación una vez más. Berlín impuso que el futuro mecanismo incluya posibles quiebras controladas de Estados. La UE no garantizará a partir de 2013 todos los pagos de países en apuros, como en la actualidad hace con Grecia o Irlanda. Se abre así la puerta a que los titulares de bonos públicos -bancos en su mayoría- deban negociar una prórroga en los plazos de devolución, o incluso una reestructuración, quita o condonación parcial de la deuda.

París logró suavizar la postura alemana. Según el pacto ayer hilvanado, no se establece a priori que los Estados en apuros recurrirán a una reestructuración de su deuda. Las decisiones se tomarán caso por caso. Como no se detallan aún criterios de cuándo ni cómo se recurrirá a esta opción, sigue la incertidumbre. Jean-Claude Trichet, presidente del Banco Central Europeo (BCE), se felicitó no obstante porque se aclaró que la doctrina que Europa seguirá en estos casos será la ya existente del Fondo Monetario Internacional (FMI).

El objetivo alemán es doble: que los bancos contribuyan a los rescates para evitar que estos recaigan sólo sobre los contribuyentes como en la actualidad; y que los mercados, ante la amenaza de incurrir en pérdidas, disciplinen a los Estados menos rigurosos encareciendo o restringiéndoles el crédito. Berlín constata que las reglas de la UE contra déficits y deudas excesivas han fracasado, y teme que su reforma en negociación también pinche.

La negociación franco-alemana se extendió ayer por la tarde al resto de países de la UE, aprovechando la reunión en Bruselas de los ministros de Economía y Finanzas europeos. Reunión que, según Elena Salgado, vicepresidenta española y responsable de la cartera de Economía y Hacienda, sólo iba a tratar del rescate de Irlanda. Lo que contradijo el liberal finlandés Olli Rehn, que puntualizó que se discutirían las "ramificaciones" de la crisis actual y sus posibles soluciones "sistémicas".

Salgado intentaba evitar que la discusión entrara en el caso español y dar la imagen de que los problemas se reducen sólo a Dublín. Los detalles del mecanismo de rescate a partir de 2013 seguirán discutiéndose y protagonizarán citas como la cumbre de jefes de Estado o de Gobierno de la UE prevista en Bruselas el 16 de diciembre.

Tampoco contribuyó a despejar las dudas el ministro de Economía alemán, Rainer Brüderle, quien aseguró en una entrevista publicada en el periódico Bild am Sonntag que los rescates de Grecia e Irlanda son "el límite" para Alemania, que "no puede ayudar a salvar a ningún otro país". Brüderle defendió que ayudar a Irlanda "era necesario para evitar el contagio". Y rechazó las especulaciones sobre un efecto dominó sobre otros países de la UE. "España y Portugal hacen todo lo posible para controlar su Presupuesto", afirmó.

Didier Reynders, viceprimer ministro y ministro de Finanzas de Bélgica, país que este semestre desempeña la presidencia de la UE, descartó por su parte que sea necesario ampliar el fondo actual de rescate alimentado por Europa y por el Fondo Monetario Internacinal (FMI). Es un mecanismo dotado teóricamente con 750.000 millones de euros, en vigor hasta mediados de 2013. Desde primavera se especula con que España o, incluso, Italia tengan que acojerse al mismo. Pero los mercados calculan que este fondo es insuficiente.

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