Economía

Conspiraciones palaciegas para descarrilar la candidatura del halcón alemán Weber a la presidencia del BCE

El presidente del banco central de Alemania o Bundesbank, el halcón Axel Weber, es desde principios de este año el principal favorito a ocupar la presidencia del Banco Central Europeo (BCE) cuando a finales de 2011 cumpla el mandato del francés Jean-Claude Trichet.

Pero su candidatura se ha desinflado y sus enemigos se han multiplicado por sus polémicas declaraciones, en las que ha criticado las decisiones para gestionar la crisis financiera adoptadas por el BCE, del que forma parte como responsable del Bundesbank.

Weber es un halcón de la ortodoxia monetaria sólo preocupado por el control de la inflación ahora que la recuperación económica parece consolidarse en Alemania. Y, como tal, ha criticado que la autoridad monetaria de la zona euro haya adquirido deuda pública de Grecia, Irlanda y Portugal. Y reclama que cierre el grifo de la liquidez a los bancos en apuros.

Weber realiza en la actualidad una gira por las capitales de europea para intentar mejorar su imagen ante países tan influyentes como Francia, de los que se asegura que están buscando un recambio que sea aceptable para el Gobierno alemán. Para potenciar la candidatura de Weber, Berlín hace meses que no reclama para sus compatriotas cargos de primer nivel en la jerarquía de las instituciones comunitarias y los cede cada vez que hay un reparto al resto de sus socios. De modo que para tumbarlo, primero habrá que buscar la manera de no provocar un choque de trenes con el Gobierno alemán.

El segundo gran candidato a presidir el BCE es Mario Draghi, gobernador del Banco de Italia. Pero su candidatura está lastrada porque es una paloma del sur, y precisamente acaba de comenzar su mandato como vicepresidente el portugués Vítor Constancio, lo que completa el cupo de palomas y del sur en la cúpula de Fráncfort.

Berlín quiere a un alemán en el BCE

En las últimas semanas se ha recuperado en las quinielas sucesorias al germanófilo y ortodoxo Yves Mersch, Gobernador del Banco Central de Luxemburgo, quien perdió contra Constancio en la carrera a la vicepresidencia. Y se ha añadido al alemán Klaus Regling, un ex alto funcionario de la Comisión Europea que ahora dirige el mecanismo europeo de rescate de países al borde de la quiebra; a los también alemanes Jörg Asmussen, vice ministro de Finanzas, y Jürgen Stark, una de los principales responsables actuales del BCE; y a Erkki Liikanen, Gobernador del Banco de Finlandia y ex comisario europeo, quien no es alemán como desea Berlín, pero sería receptivo a la doctrina monetaria germana.

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