Economía

Tensión en las eléctricas: Salgado les promete colocar su déficit

"Tranquilidad". Éste es el principal mensaje emitido por la ministra de Economía, Elena Salgado, y el secretario de Estado de Economía, José Manuel Campa, a las eléctricas, después del susto que se llevaron a finales de octubre con la colocación del déficit de tarifa, como consecuencia de la falta del tipo de descuento en ventanilla del Banco Central Europeo (BCE) y sus reticencias respecto a este proceso. Pero no sólo eso, sino que ratificó el compromiso del Gobierno de sacar al mercado 3.000 millones antes de que finalice el año.

Fuentes del sector explicaron a este diario que la titular de Economía realizó a principios de este mes una llamada telefónica a los principales ejecutivos de Iberdrola, Endesa y Gas Natural Fenosa para comprometerse personalmente en la titulización de este desajuste eléctrico, que cuenta con aval del Estado.

Además, Salgado resaltó la voluntad del Ejecutivo para solventar este problema que ascenderá a final de este año a 25.000 millones y que soportan las eléctricas en sus balances por la política tarifaria del Gobierno de no subir la luz en línea con los costes.

Según las mismas fuentes, la vicepresidenta segunda explicó a las grandes energéticas que el nuevo retraso fue consecuencia de la falta de algunos aspectos técnicos necesarios para conseguir un mayor éxito en la colocación, así como un menor coste. En concreto, el folleto de la titulización no estaba dotado de las garantías del BCE, por lo que se ha tenido que posponer la publicación del mismo en la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) hasta que el órgano europeo se reúna mañana en su consejo de Gobierno.

El mensaje de Salgado, que días después repitió a los primeros espadas de estas compañías presentes en la Cumbre del G-20, celebrada en Seúl, es de gran relevancia si se tiene en cuenta el pesimismo de las eléctricas, que ante la demora del proceso, llegaron a solicitar al Ministerio de Industria que, por lo menos, se realizase una pequeña colocación inicial de 1.000 millones antes de que finalice el año, de tal forma que no se pospusiera el asunto para el 2011.

La titular de Economía resaltó que, una vez se aprueben las garantías del BCE, la aprobación del folleto por la CNMV es casi automática por lo que habría tiempo técnico para realizar la colocación por la cantidad inicialmente estipulada de 3.000 millones.

Sin embargo, y a pesar de estos mensajes optimistas, el sector no las tiene todas consigo. En primer lugar, el BCE tendrá que tratar este tema en la Junta de Gobernadores que se celebrará mañana, cuando las eléctricas preveían que se ratificaran las garantías mencionadas en el comité de este organismo celebrado la pasada semana. Desde el sector se teme que los componentes de este órgano no han podido llegar a un acuerdo previo. El principal problema es que el BCE se ha mostrado muy reticente respecto a esta colocación, en tanto que no entiende por qué cada eléctrica no emite su propio déficit de tarifa pero con aval del Estado.

En segundo lugar, al final, el retraso no será de "pocos días" como ha dicho el Gobierno, sino de un mes. La razón es que en el mejor de los casos donde el supervisor bursátil apruebe la colocación al día siguiente de la ratificación del BCE (mañana, previsiblemente), se tiene que abrir a continuación un plazo de 15 días para que las entidades bancarias -BBVA, BNP Paribas, Credit Agricole, Deutsche Bank, Goldman Sachs y Banco Santander- comiencen a solicitar títulos de esta colocación. Con todo, el proceso estaría listo en diciembre, un mes nada proclive para operaciones, en tanto que los mercados financieros ya están cerrados para la colocación de bonos y suele ser una época de escasa actividad.

En peligro el 'rating' del sector

Además, las agencias de calificación crediticia están muy pendientes de esta colocación, ya que un retraso prolongado en la primera emisión en los mercados de títulos del déficit de tarifa podría "provocar preocupaciones acerca del rating" de las eléctricas, a medida que los pagos pendientes en las cuentas de las compañías comiencen a mermar la dinámica del capital, según afirmó la pasada semana Fitch. Y es que en este proceso se juega ya no muchos millones, sino la viabilidad de las eléctricas.

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