Economía

"En Irlanda todos tienen de todo y nadie puede pagarlo"

Parece un chiste malo. Imagine un pequeño país que ha sido tan castigado por la crisis de deuda y la recesión mundial que se encuentra al borde de la quiebra, que organiza un festival para reírse de sus apuros y que pide a la gente que pague una entrada para verlo. ¿Seguro que no asistiría nadie a un acto anunciado en la cartelera como Davos con humor?

Esta noche, la tasca Kyteler's Inn (bar típico) de Kilkenny (ciudad irlandesa situada a mitad camino entre Cork y Dublín) acogerá un espectáculo de búsqueda de talentos al estilo del programa de TV Dragons' Den: ¡Irlanda necesita economistas! El ganador es el candidato que aparece con el mejor plan para evitar que Irlanda se convierta en el segundo país de la Unión Europea, después de Grecia, que vaya con la gorra en la mano a Bruselas para pedir un rescate de varios miles de millones de euros.

¿La mejor sugerencia hasta ahora? Asociarse con Australia. "Ellos tienen muchísima riqueza mineral pero no tienen agua ni cultura. Nosotros no tenemos riqueza mineral pero sí un montón de agua y un montón de cultura".

El humor para explicar la crisis

¡Irlanda necesita economistas! Es el clímax de Kilkenomics, el primer festival económico y cómico del mundo. La comedia y el dinero pueden parecer unos malos compañeros de cama, pero lo que sucedió en Kilkenning el pasado fin de semana es considerablemente divertido. Es pura comedia con una pinta de cerveza, pero también con un propósito.

El fundador del festival, Richard Cook, que representa a comediantes como Dara Ó Briain, cree que la sátira será de gran ayuda para que una nación deprimida y consternada entienda su transformación de tigre celta a gatito maullador. Con unos tipos de interés de la deuda pública irlandesa superiores al 9% la semana pasada (peor que Grecia antes de su hundimiento en mayo), muchos comentaristas dicen que se trata de una mera cuestión de tiempo el que Irlanda no pida dinero prestado para atender las deudas y que también se vea obligada a declararse en bancarrota.

"Los irlandeses se sienten furiosos, confundidos, avergonzados e impotentes", dijo Cook anteanoche en la presentación de un espectáculo llamado 23 cosas que no le explicaron sobre el capitalismo. "Hay hambre de comprensión y los cómicos dominan la reducción de las ideas complejas a unas nociones muy simples con sentido. Para encontrar el sentido absurdo de las cosas, primero es necesario darles sentido", explicó el fundador del festival.

Malhumorado y pobre

Escuchen a Colm O'Regan. Ayer por la noche, el antiguo consultor de gestión empresarial convertido en cómico ironizó sobre la amplia confusión en torno a las agencias de calificación que han degradado la capacidad crediticia de Irlanda. "Nos han degradado de 'AAA+' a 'AA'",  dijo. ¿Qué significa esto? Que antes éramos la pila del mando a distancia y ahora sólo servimos para un Walkman. Él propuso una nueva agencia de calificación que resumiera mejor las perspectivas de Irlanda: Moody & Poor (Malhumorado & Pobre).

Aunque el público disfrutó del comentario sarcástico, también se hacía preguntas más complejas. ¿Cómo es posible que Irlanda haya llegado hasta aquí? ¿Por qué sus apuros son mucho peores que los de otros países de la Unión Europea? ¿De quién es la culpa de esta situación? "Todos somos culpables", afirma Gerald Kean, el abogado.

"Los bancos por prestar demasiado dinero; los reguladores por no pararlos; el Gobierno por no pinchar la burbuja; y los consumidores por creerse el bombardeo publicitario, por pensar que sus casas tenían un valor ridículo y por no ahorrar nada para los días de lluvia".

Y lo peor de todo es que todavía no ha llegado lo peor. Todos los elementos que impulsaron el boom parecen haberse volatilizado. Como miembro de la eurozona, Irlanda no puede devaluar su moneda, no puede imprimir dinero ni recortar los tipos de interés como hace Gran Bretaña y Estados Unidos.

El plan del Gobierno

El único espacio que tiene su Gobierno para maniobrar es recortar el gasto y los salarios y aumentar los impuestos. Su plan de sacar 15.000 millones, más del 8% del Producto Interior Bruto (PIB), en un plan de recuperación de cuatro años que aplica los recortes anunciados por George Osborne, el ministro de Economía británico, parece escabroso.

El Gobierno irlandés ha dejado su reputación en manos de los libros de balance y en la devolución de todo el dinero que debe, incluidas las pérdidas incurridas por los bancos extranjeros que prestaron dinero a los bancos irlandeses en los años de plena especulación.

Brian Lenihan, el ministro de Economía, insiste en que el país tiene suficientes fondos para aguantar hasta julio y "dará la vuelta" antes. Los mercados no le creen. Han oído el lento goteo de malas noticias y han visto las anteriores refriegas en los mercados de bonos y creen que conllevarán una cosa: una repetición del largo y tortuoso rescate de Grecia.

Las emisiones de 2011

Gary Jenkins, del banco de inversiones Evolution Securities, manifiesta: "Es muy probable que Irlanda necesite ayuda de la UE y/o del FondoMonetario Internacional". Muchos economistas predicen el punto álgido a principios del próximo año, cuando Irlanda tenga que acudir al mercado de bonos en busca de dinero fresco.

Si no hay apetito inversor o el coste de los préstamos es demasiado elevado, los ministros deberán acudir al Fondo Europeo de Estabilidad Financiera de 750.000 millones de euros, el bote salvavidas creado a raíz de la crisis griega. La suma más probable rondará los 80.000 millones de euros en dos años.

Son muchos los que rechazan la idea de un rescate por parte de la Unión Europea. Existe un rumor extendido de que el Gobierno ha acordado devolver la totalidad a los bancos extranjeros. En su lugar, algunos piensan que Irlanda debería reestructurar sus deudas según sus términos, sin la ayuda de laUE, independientemente de las consecuencias para los bancos europeos.

¿Rescate o quita?

"Deberíamos decir: apañaros vosotros", dijo Olivia O'Leary, comentarista y periodista en el festival de Kilkenomics. "Ya es hora de que dejemos de ser los chicos buenos de Europa y empecemos a velar por nuestros propios intereses, aun a riesgo de perder amigos en Europa".

Un influyente observador extranjero que asistió al festival está totalmente de acuerdo con ella. John Lanchester, el autor británico del best seller financiero ¡Caray! Por qué todo el mundo tiene de todo y nadie puede pagarlo, alega que Irlanda debería adoptar "el planteamiento de hágalo usted mismo" para resolver sus problemas. "La deuda debe ser reestructurada", añadió.

"Este tipo de acto no debe ser el fin del mundo. Irlanda debe asumir el control del proceso y empezar a hablar con el Banco Central Europeo. Existe un buen precedente: Argentina se atrasó en el pago de su deuda en 2001, ordenó sus problemas y desde entonces ha sido la economía que más rápido ha crecido en Latinoamérica". El pasado fin de semana en Kilkenny, los cómicos fueron quienes tuvieron la última palabra.

El humorista Neil Delamere tiene una solución típicamente irlandesa para un problema irlandés: "El grupo The Corrs puede ser la salvación de Irlanda". "No tenemos leyes prematrimoniales. Por tanto, todo lo que deben hacer Andrea, Sharon y Caroline es casarse con Carlos Slim [multimillonario mexicano], Bill Gates [fundador de Microsoft ] y Warren Buffett [el inversor más rico del mundo]. Después les piden el divorcio y se quedan con la mitad de su valor neto, unos 50.000 millones de dólares (unos 37.000 millones de euros), que es justamente lo que necesitamos para rescatar a nuestros bancos. ¡Chicas, acuéstense y piensen en Irlanda!".

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