El Nobel de Economía Joseph Stiglitz se ha sumando a las voces que critican la última actuación de la Reserva Federal estadounidense (Fed). En su opinión, la inyección de liquidez que anunciada por el banco central va a servir de muy poco a la hora de reactivar la economía del país y que, por el contrario, entraña serios peligros.
Es más, el economista asegura que el plan de estímulo monetario de 600.000 millones de dólares aviva las llamas de una guerra de divisas que podría aislar al país y perjudicar seriamente al resto del mundo.
"Desconfío del quantitative easing", ha afirmado hoy en declaraciones recogidas por la CNBC. "Creo que para lo único que va a servir es para hundir al dólar", añadió.Hace sólo tres días, el presidente del Eurogrupo, Jean-Claude Juncker, arremetía contra la Fed y aseguraba que en que "el dólar no se encuentra al nivel que debería estar en relación al euro" y que el plan conocido como QE2 presenta "más riegos" que factores positivos.
Llamamiento al G20
Por eso, Stiglitz considera de enorme importancia que los países acometan medidas coordinadas para poner fin a las tensiones en el mercado de divisas y con las que el mundo pueda lograr el "crecimiento compacto" que necesita. Según indica, le gustaría que fuera algo que se comenzase a tratar durante la reunión que el G20 mantiene estos días en Seúl.
Sin embargo, cree que es poco probable que se obtengan resultados de este encuentro porque los líderes mundiales emplearán la mayor parte del tiempo en debatir sobre las consecuencias inesperadas de la maniobra de la Fed.
El Nobel explica que un dólar débil puede contribuir a impulsar la exportaciones de Estados Unidos y prevenir la deflación, pero señala que cualquier tipo de crecimiento que se logre de esta forma se hará a costa de la salud de otros países. Así, las naciones afectadas podrían verse obligadas a contraatacar devaluando sus propias monedas o levantando barreras comerciales para los productos estadounidenses.
"La devaluación competitiva es una forma de crecimiento que viene en perjuicio de otros", destacó Stiglitz, quien considera que podría poner trabas al avance de la economía global.
Una nueva burbuja
Pero las críticas no se limitaron al QE2 y sus posibles repercusiones. El experto se mostró convencido de que los bajos tipos de interés, que mantienen los bancos centrales desde hace meses, acabarán provocando otra burbuja, tal y como el anterior periodo de dinero barato causó la burubuja inmobiliaria.
"No estoy seguro de donde o cuando, pero probablemente será en los países emergentes, y no va a ser bueno para el mundo", afirmó. "Va a tener un mal final", agregó.