Economía

China a Paulson: todavía somos un país pobre y no amenazamos a nadie

El gigante asiático ha vuelto a esquivar la presión de EEUU para que aprecie más rápido el yuan y adopte reformas económicas de mayor calado, ya que le ha dicho al secretario del Tesoro Henry Paulson que la nación aún es pobre y que no representa una amenaza para nadie.

La viceprimera ministra Wu Yi, conocida como "la dama de hierro china", le dijo este martes al secretario del Tesoro de EEUU, Henry Paulson, que su país es demasiado pobre para ser una amenaza económica.

Aprovechando que Paulson visitó ayer la paupérrima provincia occidental china de Qinghai, Wu argumentó: "Ahora ya ha visto usted el fuerte contraste entre Qinghai y las grandes ciudades. Estoy segura de que su visita a Qinghai enriquecerá mucho el material que presentará ante el Congreso en futuros testimonios".

"Mediante este contraste, ahora podrá entender: ¿A quién puede amenazar China? Todavía tenemos áreas atrasadas como Qinhgai. China todavía tiene 23 millones de pobres. El objetivo de China es su desarrollo para que 1.300 millones de personas puedan comer cada día, vestirse y vivir bien", agregó la "dama de hierro".

"¿A quién podemos amenazar? No tenemos esa capacidad. China no amenaza ni amenazará a nadie", concluyó la política en un encuentro presenciado por los periodistas en Zhongnanhai, sede del Gobierno.

¿Mano dura o mano blanda?

Antes de su cuarta visita a China, iniciada ayer, Paulson respondió a los congresistas, que critican su mano blanda con Pekín, que de nada servirían esta vez amenazas de restricciones comerciales contra China para evitar la avalancha de productos baratos del país asiático en el mercado estadounidense.

Los comentarios de Wu se producen en respuesta a la ya tradicional exigencia de Washington de que revalúe la moneda china, el yuan, al menos en un 40 por ciento, a pesar de que en los últimos dos años ha registrado una apreciación del 9 por ciento hasta situarse en 7,56 unidades por dólar.

Según EEUU, Pekín mantiene su moneda artificialmente barata para favorecer sus exportaciones, por lo que los legisladores estadounidenses han aprobado imponer aranceles "anti-dumping" (contra la competencia desleal) a las importaciones chinas a menos que el Gobierno comunista revalúe el yuan.

En sus reuniones con los líderes chinos, Paulson abordará también el problema del fuerte crecimiento económico chino, de un 11,5 por ciento en el primer semestre del año, así como la gran cantidad de emisiones contaminantes que produce y la falta de seguridad de sus alimentos y fármacos, que ha producido intoxicaciones en el resto del mundo.

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