Economía

Un hombre estrella una hormigonera en el parlamento irlandés para protestar contra el rescate bancario

Un hombre estrelló hoy un camión hormigonera contra las puertas de entrada al Parlamento irlandés (el Dáil) en protesta por las medidas adoptadas por el Gobierno para rescatar al sistema bancario del país y superar la crisis económica. El rescate de Anglo Irish Bank podría ascender a 30.000 millones.

La Policía detuvo poco después del incidente, ocurrido hacia las 08.15 de esta mañana (hora española), al supuesto conductor del vehículo pesado, cuya mezcladora llevaba escrito en grandes letras rojas "Anglo Toxic Bank", en referencia al Anglo Irish Bank, nacionalizado el pasado año para salvarlo de la quiebra. En la matrícula, la palabra Bankrupt (bancarrota)

Especialistas de la Policía irlandesa trataron durante gran parte de la mañana retirar el camión que bloqueaba parte de la entrada al Dáil y de la vía pública, pero, al parecer, el sistema de frenos y eléctrico había sido saboteado.

Según aseguró un portavoz oficial, "un camión remolque de gran tamaño" logró retirar el vehículo y la jornada se desarrollará "con total normalidad" en el Parlamento, que retomaba hoy su actividad después del receso estival.

Además de por las largas vacaciones que parecen disfrutar los diputados, la mayoría de los irlandeses están furiosos por los esfuerzos de su Gobierno para rescatar a la banca, a la que responsabilizan en gran medida del desplome del sector de la construcción.

El Ejecutivo ha inyectado ya 22.900 millones de euros en el Anglo Irish, pero su agujero parece tan profundo que la cifra final podría acercarse a los 40.000 millones, una suma que podría elevar el déficit público durante 2010 hasta el 25 por ciento del Producto Interior Bruto (PIB).

En este sentido, el ministro irlandés de Finanzas, Brian Lenihan, tiene previsto esta semana, quizá el jueves, anunciar el coste total del rescate del Anglo Irish Bank y de los otros cinco grandes bancos nacionales.

También concluye esta semana el periodo de dos años que fijó el Ejecutivo en 2008, al comienzo de la crisis, para garantizar todos los depósitos, bonos y cierto tipo de deuda de sus seis grandes entidades financieras nacionales.

La iniciativa ha servido para garantizar, con el dinero de los contribuyentes, unos 440.000 millones de euros.

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