Economía

El mayor sindicato de funcionarios anuncia que no seguirá la huelga

El secretario general de UGT, Cándido Méndez, y su homólogo de CCOO, Ignacio Fernández Toxo, tantearon ayer el apoyo con el que cuentan en Cataluña. En L´Hospitalet de Llobregat celebraron una de las tantas asambleas generales que se ofician en todo el territorio nacional para precalentar el ambiente de cara al próximo 29 de septiembre.

No obstante, dejando a un lado a sus delegados, CCOO y UGT van restando apoyos para la huelga. Y una de las bazas fuertes que ha mostrado su disidencia al paro es el funcionariado. Así lo confirma el líder del sindicato mayoritario de la Función Pública, CSIF, Domingo Fernández, que explica que los trabajadores no están motivados para ir a la huelga.

El reflejo más claro de esta desmotivación fue el fracaso de la huelga de los funcionarios, celebrada el pasado 8 de junio. "Entonces los funcionarios tenían una causa objetiva: se les recortaba el sueldo", explica el presidente del sindicato de la Función Pública CSIF, y aun así obtuvo "un seguimiento muy bajo". Sin embargo, "nosotros decidimos darle cobertura jurídica por si algún trabajador quería sumarse".

Pero ahora los motivos de la huelga están menos claros. El sindicato denuncia que los mensajes que están difundiendo los sindicatos de CCOO y de UGT son muy confusos y esto no alienta a que los trabajadores vayan a reivindicar sus derechos. "No se sabe muy bien contra quien es la huelga, contra el Gobierno o contra quién... Simplemente, la hacen para lavar su imagen, pero intentan también no hacer mucho daño al Ejecutivo", añade Fernández.

Además, a pesar de no ver con buenos ojos la reforma laboral, la CSIF destaca que el proyecto de ley ya está aprobado y que no tiene sentido realizar un paro tres meses después de que el Gobierno presentara la reforma.

No hay ánimos para parar

Antes de decidir que el sindicato de la Función Pública no asistiría a la huelga, estuvieron consultando a sus delegados sindicales cómo percibían los trabajadores este paro. "Hay que escuchar a los representantes del sindicato que están en los puestos de trabajo. Ellos son los que saben si los trabajadores quieren ir a la huelga o no".

Y ellos les dieron la respuesta: "Hay mucha resignación y mucho miedo en las plantillas, están recortando las condiciones laborales -como el salario y la reposición de plazas-, pero aun así los trabajadores lo único que quieren es que no les quiten su puesto de trabajo. La gente no quiere hacer huelga", añade. Además, el sindicato ya les pidió a sus afiliados que secundaran el paro de junio con la reducción de sueldo que conllevaba y "no podemos volver a pedírselo".

La CSIF no es el único sindicato del funcionariado que ha mostrado su rechazo a la convocatoria. También lo ha hecho el sindicato de Auxiliares de Enfermería, la Confederación Estatal de Sindicatos Médicos e incluso algunos sindicatos minoritarios de la docencia la han rechazado.

CCOO y UGT lo intentan

Aun con la sombra del fracaso de la anterior huelga de los funcionarios, las federaciones de la Función Pública de CCOO y UGT no quieren tirar la toalla. Desde Comisiones, explican que ellos siguen realizando asambleas generales en cada uno de los sectores que tiene la Administración Pública y que esperan que la convocatoria tenga un paro masivo.

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