El nuevo presidente de Caja Madrid, Rodrigo Rato, ha puesto en marcha un plan de austeridad en la entidad. Una de las medidas emprendidas desde su desembarco en enero de 2010 es la rebaja de la remuneración a la alta dirección. En el primer semestre del año, los 10 ejecutivos que componen este grupo vieron reducida su retribución un 18%.
Entre enero y junio cobraron 5,3 millones de euros en conjunto, frente a los 6,4 millones que percibieron en el mismo periodo de 2009.
Se trata del mayor recorte de salarios aplicado este ejercicio entre la gran banca española y superior a la media registrada en las principales compañías de nuestro país.
El sueldo de los directivos del Santander descendió un 5,6%, mientras que el de La Caixa, un 1%. Los jefes de BBVA, en cambio, se beneficiaron del fin de un plan de incentivos y recibieron un 17% más. Por su parte, los gestores de las compañías del Ibex tuvieron una nómina un 1,4% inferior a la del primer semestre del año pasado.
Eficiencia operativa
Las condiciones económicas y, en especial, la situación del sector financiero han impulsado a Rato a ajustar los gastos de la entidad que preside, con el objetivo de ganar eficiencia operativa. El ex director gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI) ha iniciado un estudio para desprenderse de activos no estratégicos, como la filial mexicana Hipotecaria Su Casita, y ha enterrado el plan de expansión de oficinas. Desde su llegada, el número de sucursales de la caja ha descendido en diez.
Rato ha extendido también la política de austeridad al resto de órganos de la caja, aunque las circunstancias especiales con motivo de la renovación de cargos distorsionan el cómputo global.
En el caso del consejo de administración, la remuneración alcanza un total de un millón de euros, un 13% más, pero su composición aumentó en una persona, tras la celebración de las elecciones a principios del ejercicio. El consejo cuenta en la actualidad con 22 miembros.
Está previsto que en los próximos meses éstos pasen a 24 debido a los compromisos adquiridos por todas las partes en el proceso de renovación de cargos. Para ello, la Comunidad de Madrid tendrá que reformar la ley de cajas regional y facilitar la modificación en la composición de este órgano.
Circunstancias especiales
El saldo del consejo también se ve afectado por los tres miembros más de la Comisión Ejecutiva, incluida en esta partida.
La Comisión de Control sufre, asimismo, las circunstancias especiales. El año pasado el conflicto electoral paralizó esta órgano varios meses, mientras que en el presente la actividad ha aumentado por la fase final de la renovación de cargos. Estos dos efectos han elevado los emolumentos al doble, hasta los 652.000 euros. Sus miembros se reunieron 35 veces, frente a las 24 del primer semestre de 2009.
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