Economía

El Inem y la EPA no hablan el mismo idioma: el paro, según cómo y quién lo mida

Los Servicios Públicos de Empleo (SPE) -antiguo Inem- y la EPA no hablan el mismo idioma. Convertidos ambos en el termómetro que mide la salud económica y laboral del país -es decir, el número de parados-, cada uno de ellos, sin embargo, presenta estadísticas diferentes que hacen ver la botella medio llena o medio vacía.

La crisis y sus noticias tienen un impacto directo sobre los ciudadanos: importa lo que se dice y cómo se dice. Así, cuando todavía el país intenta digerir la última estadística de la Encuesta de Población Activa que colocaba la cifra del paro en los 4,4 millones de personas (exactamente, 4.464.500 personas), hoy es el Ministerio de Trabajo e Inmigración el que ha hecho pública la estadística de afiliación y paro registrado correspondiente al mes de julio.

Y el tono ha sido completamente distinto, ya que según el departamento dirigido por Celestino Corbacho, el número de parados se redujo en 73.790 personas, hasta situarse en en 3.908.578 personas. Para calentar motores, el Instituto Flores de Lemus ha anticipado que España volverá a entrar en recesión en septiembre con el paro en tasas superiores al 20%.

Cuál es la diferencia

Pero, ¿a qué se debe esta diferencia? Si nos remontamos a junio de 2009, la secretaria general de Empleo, Maravillas Rojo, valoró positivamente el descenso del paro "y que lo haga en una cifra que representa el mayor descenso mensual de los últimos años". Sus cifras dejaban la tasa de parados en 3,5 millones. Paralelamente, la EPA, en su balance trimestral, colocaba en esa misma fecha la cifra de parados en la horquilla de los 4,1 millones, esa barrera psicológica que marca el rumbo político.

Del pasado al presente. El viernes, el secretario de Estado de Economía, José Manuel Campa, fue claro: "Los datos son malos". Aunque quiso aferrarse al número de empleos que en este segundo trimestre creció por primera vez y se crearon 82.700 puestos nuevos, no pudo ocultar cifras que rozan la tragedia: 1.309.000 millones de hogares tienen a todos su miembros parados y de ellos, 278.000 no perciben ya ningún tipo de ayuda.

Hoy es el Ministerio de Trabajo quien colgará en su página los datos. La explicación a esta diferencia está, según los expertos, en que mientras el SPE mide sólo el número de parados que se registran en sus oficinas, la EPA es una encuesta y hay personas que contestan que quieren trabajar, pero no están inscritas en el Inem.

El número de parados es, por tanto, mucho más elevado en el caso de la EPA. Y lo que es peor, son estos datos los que la UE considera comparables con el resto de países. Existen aspectos a favor y aspectos en contra entre unos datos y otros. Por ejemplo, los datos de la EPA pueden considerarse más extensos ya que nos ofrecen información sobre las personas activas, inactivas, ocupadas y desocupadas. A favor de los datos del Inem, se puede decir que mientras que la EPA, se trata de una encuesta que utiliza una muestra para extrapolar los datos al resto de la población, los datos del Inem son parados reales registrados en sus listas. Eso sí, retira de la cola a los que están haciendo cursos de formación.

Los datos llegan hoy de forma virtual. Sin rueda de prensa y sin una cara que los avale. Es agosto y si el diagnóstico de Campa fue negativo, hoy los ciudadanos pueden tener noticias buenas, de verano.

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