
"No nos vamos a convertir en un nido de morosos". Con esta rotunda contestación rebatía el presidente del Instituto de Crédito Oficial (ICO), José María Ayala, los argumentos de destacados analistas y algunos ex ministros que venían advirtiendo sobre el riesgo de que la nueva línea de créditos directos para autónomos y pymes se convirtiera en un coladero para reciclar las peticiones de préstamos no aprobados por las instituciones financieras privadas.
Un temor al que habían contribuido las propias declaraciones de la vicepresidente segunda y ministra de Economía, Elena Salgado, cuando aseguraba que el Gobierno daría instrucciones al ICO para que fuera "flexible" en la concesión de estos créditos directos. Pero no será así. Con la misma firmeza, José María Ayala, aseguraba también que el ICO "tiene un nivel de descartes muy alto" y que el volumen de operaciones rescatables por la institución entre el descarte de los bancos y las cajas de ahorro "estará en torno al 10 o al 12%", en línea con el funcionamiento del sector financiero privado.
Durante su intervención en un desayuno organizado por la Confederación Española de Directivos y Ejecutivos (CEDE), el presidente de la agencia financiera del Estado anunció que esta nueva línea de préstamo directo a autónomos y pequeñas y medianas empresas, por un importe máximo de 200.000 euros, estará en vigor antes del próximo 15 de junio y explicó que "estamos desarrollando un proceso tecnológico y vamos testando un equipo de análisis del riesgo de las operaciones que funcionará razonablemente bien".
Para ello Ayala confirmó que el Instituto ha iniciado un proceso de subcontratación de analistas a los que se les remunerará económicamente por cada expediente que se tramite. "La capacidad la tenemos, el sistema funciona y según vayamos aumentando el volumen de expedientes de operaciones subcontrataremos más", afirmó.
Fondo de infraestructuras
A pesar de esta confianza en la capacidad de análisis del ICO y en el buen funcionamiento de los préstamos directos, el máximo responsable del crédito oficial se refirió al fuerte crecimiento de la actividad del Instituto, que ha pasado de gestionar un volumen de créditos en torno a 8.000 millones de euros en 2007 a casi 20.000 millones el año pasado. Y, en este punto, lanzó lo que se interpreta como un aviso al Ejecutivo, al asegurar que "no tenemos más recorrido de crecimiento".
Por este motivo, José María Ayala lanzó un llamamiento a los bancos y a las cajas de ahorros para que atiendan "las necesidades de crédito de las empresas". Algo que consideró como fundamental para la recuperación de la economía.
También abordó el presidente del Instituto de Crédito Oficial la participación de este organismo en el Fondo de Infraestructuras para financiar el Plan Extraordinario elaborado por el Ministerio de Fomento y que prevé unas inversiones de 17.000 millones de euros con el respaldo del Banco Europeo de Inversiones (BEI), el Instituto de Crédito Oficial (ICO) y los bancos y cajas de ahorros españoles. "El ICO participará en los proyectos como un socio de capital en condiciones de mercado", apuntó José María Ayala, quien matizó que "para nosotros es un objetivo de negocio y no vamos a superar una participación del 30% del capital total de cada uno de los proyectos". Todo ello antes de anunciar también que este Fondo estará disponible "a lo largo de este año".
Resaltó también Ayala cómo en estos cuatro primeros meses de 2010 se han iniciado las primeras acciones del Fondo de Economía Sostenible y cifró en 666 millones de euros los préstamos concedidos por el ICO con cargo a los diferentes productos encuadrados en este programa del Gobierno.
Recordó, a este respecto, que el Fondo de Economía Sostenible 2010-2011 se desglosa en cuatro productos: un fondo de capital inversión para financiación de infraestructuras y energía; un fondo de capital riesgo; un programa de cofinanciación directa de proyectos entre el ICO y las entidades financieras; y una línea de mediación.
Menos beneficios
El aumento de la actividad del Instituto de Crédito Oficial a lo largo de este año no se ha traducido, sin embargo, en mejores resultados para la institución.
De acuerdo con los datos avanzados ayer por la agencia financiera del Estado, el organismo cerró el primer trimestre de 2010 con un beneficio después de impuestos de 7,12 millones de euros, que es 4,5 veces inferior a los 32 millones de euros registrados durante el mismo periodo del ejercicio precedente.
A pesar de ello, el balance del ICO mantiene su ritmo de crecimiento y se situaba el pasado 31 de marzo en 63.900 millones de euros. Cifra que supone un crecimiento del 6% con respeto a la del cierre de 2009 y una subida del 7% en relación con el primer trimestre del año pasado.