
Jean-Claude Juncker, primer ministro de Luxemburgo y presidente del Eurogrupo -las reuniones mensuales de los ministros de Economía y Finanzas de los 16 países de la UE que comparten el euro como moneda única-, ha asegurado este martes que "no es absolutamente necesario" que la cumbre europea de esta semana se ponga de acuerdo en cuál será el plan de rescate para evitar que Grecia quiebre.
Pero sí dijo que deben continuar los trabajos técnicos para terminar de definir todos los detalles del mecanismo de ayuda a Grecia, para que tal instrumentos esté listo si llega el momento de que sea necesario. Juncker dijo que no creía que se vaya a llegar a este extremo gracias a las reformas emprendidas por Atenas, pero también subrayó que la zona euro no dejará sola a Grecia si necesita ayuda.
El primer ministro luxemburgués recordó que Grecia no es el único país europeo actualmente en dificultades. Y advirtió que si la zona euro se equivoca ahora, vendrán después otras situaciones difíciles.
Pedir apoyo al FMI
Juncker confesó que no está a favor de que los países de la zona euro deban recurrir al Fondo Monetario Internacional (FMI) para reunir los fondos necesarios para apuntalar los presupuestos públicos griegos, de manera que apoya la tesis de que la zona euro debe lavar sus trapos sucios en casa para mantener la credibilidad de su moneda única, una postura defendida desde Bruselas y que choca de frente con la idea de Alemania.
Pero Juncker puntualizó que "no es aberrante" que los países de Eurolandia recurran a dos instrumentos: conceder préstamos bilaterales a Atenas, y pedir al FMI financiación además de consejos sobre cómo gestionar una posible quiebra.
Juncker realizó estas declaraciones este lunes 22 de marzo, durante una comparecencia en Bruselas ante la Comisión de Asuntos Económicos y Monetarios del Parlamento Europeo. Su intervención llega en vísperas de la cumbre que los jefes de Estado o de Gobierno de los 27 países de la UE celebrarán en Bruselas el jueves y el viernes próximos.
La Comisión Europea apoya la petición de Grecia, y pide que durante la cumbre se pacte definitivamente el mecanismo de rescate de Grecia, aunque eso no signifique activarlo de inmediato. El Gobierno griego ha advertido que acudirá al FMI si esta semana no encuentra apoyo entre sus socios comunitarios para abaratar la financiación de su deuda: los mercados le exigen unos intereses muy elevados para compensar el riesgo de impago. La oposición del Gobierno alemán a desembolsar ayudas es el principal obstáculo.