El ministro alemán de Economía, Rainer Bruderle, ha afirmado que su país "no dará un céntimo" a Grecia pocas horas antes de una reunión en Berlin entre la canciller alemana, Angela Merkel, y el primer ministro griego, George Papandreou. Grecia es una bomba política en manos de Merkel: Alemania oriental no perdonaría un rescate.
"Papandreou dijo que no quería un centavo, de todas formas, el gobierno alemán no dará un centavo", declaró Bruderle al margen de un encuentro con el comisario europeo de Industria, Antonio Tajani.
Grecia se queja de los especuladores
Bruderle se refería a una entrevista otorgada por el jefe del gobierno griego al diario Frankfurter Allgemeine Zeitung, en la cual Panpandreou asegura: "No pediremos dinero (...). Lo que necesitamos es un apoyo de la Unión Europea y de nuestros socios para poder contraer créditos en los mercados en mejores condiciones." "Si no recibimos esa ayuda, no podremos realizar los cambios que queremos. No digo que nos tengan que dar las mismas condiciones que tiene Alemania, pero mejores que ahora sí", insiste el primer ministro.
Papandreou recuerda que para los bonos que acaba de emitir Grecia (por 5.000 millones de euros) el Estado deberá pagar 750 millones más en intereses que lo que tendría que abonar Alemania.
"Eso no lo puede soportar ningún país en la Unión Europea. Así no podremos recuperar competitividad nunca, por el contrario", añade el líder socialista, quien considera que todos los esfuerzos emprendidos precisamente para recuperar competitividad quedarían anulados por culpa de la especulación.
"Mientras que nosotros recortamos los salarios y pagas de muchos ciudadanos de nuestro país, los especuladores que juegan con la economía griega, ganan miles de millones", critica. A su juicio, la comunidad internacional y Europa debe lanzar un claro mensaje a los mercados de que no está dispuesto a dejar que "se juegue con nuestro destino".
Papandreou llega hoy por la tarde a Berlín para una reunión con la canciller Merkel. También verá al jefe del Eurogrupo, Jean Claude Juncker, que ha dejado claro que Europa no permitirá que el euro se vaya al traste.
El también primer ministro luxemburgués sostiene que no cree que Grecia necesite ayuda de otros países, pues ha emprendido las medidas necesarias, pero añade que si es necesario, la UE actuará para preservar al estabilidad del euro.
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