Economía

El próximo gran dolor de cabeza de la zona euro será... la deflación

Los países europeos que tratan de equilibrar sus déficits públicos se enfrentan ahora a un nuevo dolor de cabeza: la falta de inflación. Una prolongada caída en los precios, la temida deflación, es una posibilidad real para algunos países de la eurozona, entre los que destacan Irlanda y España. Muchos otros, entre los que está Grecia, vivirán años en los que el aumento del coste de la vida será muy débil.

"Hay un riesgo muy importante de que España e Irlanda se enfrenten a un largo período de deflación", puesto que el colapso de la burbuja inmobiliaria ha tenido un especial impacto en sus economías, apunta Jennifer McKeown, economista de la consultora Capital Economics, en declaraciones recogidas por Wall Street Journal.

Esta situación, de producirse, pondría las cosas aún más difíciles a las economías más débiles de la región para lograr salir de la recesión, equilibrar sus presupuestos y reducir sus déficits.

Caen los precios de producción...

Tanto España como otras naciones de la periferia de la zona euro han sido claves para el crecimiento de la región en la pasada década. Pero hace tiempo que su papel es bien distinto.

Según los últimos datos publicados, tanto en España como en Grecia e Irlanda, este mes los fabricantes rebajaron los precios de producción industrial, dando continuidad a una tendencia que se inauguró hace más de un año.

En Grecia, de hecho, cayeron al ritmo más rápido de los últimos ocho meses, "puesto que la fuerte competencia merma la capacidad de los productores de fijar los precios", según el proveedor de datos y estudios financieros Markit Economics.

...y también los de consumo

Pero no sólo los precios de la producción preocupan. Los precios al consumo ya están cayendo en Irlanda; de hecho, están una media del 2,6% más abajo que hace un año. Y el riesgo de que España, donde el desempleo es el más elevado de la eurozona, siga sus pasos es muy alto.

Para los negocios, que bajen los precios de consumo de bienes y servicios significa a menudo enfrentarse a unos beneficios menores. Y para los gobiernos implica una menor recaudación impositiva, sobre todo en los países en los que se han tomado medidas como rebajas del IVA, lo que hace crecer las dificultades a la hora de reducir los déficits presupuestarios.

Tranquilidad global, pero peligro local

El BCE asegura que, con sus políticas, ha evitado tanto una situación de inflación muy disparada como un escenario de deflación en la región.

Así, en su última comparecencia Trichet citó un estudio realizado entre varios expertos que da la razón al objetivo de la institución, que espera que de aquí a cinco años el coste de la vida se mantenga ligeramente por debajo del 2%.

Esto puede ser verdad para el conjunto de la región, pero "el 20% de la eurozona formado por Portugal, Irlanda, Grecia y España puede enfrentarse a una inflación muy por debajo de esa media, e incluso posibles caídas en los precios, tal como afirman muchos analistas", apunta el Wsj.

Uno de los motivos es que las economías más débiles de la zona necesitan desarrollar industrias que sean más competitivas internacionalmente, lo que puede suponer recortes de gastos y personal en ejercicios venideros.

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