
Que la economía estadounidense vivirá una recuperación muy lenta aunque haya abandonado la recesión es algo bien sabido. Y ahora la Reserva Federal (Fed) advierte de la principal piedra que tiene la economía en su camino: el fuerte crecimiento del desempleo, que frena notablemente el gasto de los consumidores.
Recientemente, la presidenta de la Fed de San Francisco, Janet Yellen, mencionó por primera vez el término jobless recovery (o recuperación sin empleo), para referirse a un fenómeno que provocará "un crecimiento relativamente más bajo" durante algunos trimestres, según Dennis Lockhart, presidente de la Fed de Atlanta.
Los comentarios de Lockhart son los primeros sobre perspectivas económicas que se producen después de que la Fed asegurara la semana pasada que una vuelta al crecimiento económico no suponía por sí solo una noticia suficiente como para cambiar su política de mantener los tipos de interés cerca de cero "por un período extenso". Así, la institución ligó esta decisión a futuros repuntes de la inflación y el empleo.
"Tenemos los medios para hacerlo"
"En algún momento tendremos que endurecer la política, y desde luego tenemos los medios para hacerlo. Pero hasta que lleguemos a ese punto, tenemos que proveer unas condiciones monetarias lo suficientemente acomodadas como para estimular la creación de empleo y prevenir que la inflación pueda caer por debajo de niveles que es preciso conservar para garantizar la estabilidad de precios", afirmó Yellen en su comparecencia.
La economía estadounidense ha destruido más de 7 millones de empleos desde diciembre de 2007, y el pasado octubre la tasa de desempleo se situó en el 10,2%, el nivel más alto desde 1983, según datos del Departamento de Estado.
¿Retirada de estímulos para fomentar el empleo?
Lockhart está de acuerdo con Yellen en la necesidad de crear un entorno que fomente la reducción del desempleo lo antes posible. Sin embargo, considera que "el proceso para conseguir esto pasa necesariamente por ir eliminando con criterio los estímulos del Gobierno e ir normalizando la política monetaria".
Sin embargo, esta opinión no sólo va en contra del discurso reciente del resto de cabezas visibles de la Fed, sino que además choca con las decisiones históricas de la institución. Así, en todos los ciclos de endurecimiento de la política monetaria que se han dado después de la Segunda Guerra Mundial, el banco central no ha retomado las subidas de tipos hasta que la tasa de desempleo ha comenzado a descender.
Así, está claro que habrá que esperar para ver repuntar el precio del dinero. Richard Fisher, de la Fed de Dallas, estima que el crecimiento y la inflación podrían permanecer por debajo de los niveles ideales incluso hasta bien entrado 2011. Sea como sea, "llegará el momento, cuando el desempleo y la inflación estén a niveles con los que nos sintamos más cómodos. Y ese momento no es ahora", sentencia Fisher.