
El director general del Fondo Monetario Internacional (FMI), Dominique Strauss-Kahn, indicó el sábado tras el G20 Finanzas de Saint Andrews (Escocia) que su organización estudiaba una tasa que se aplicaría a los bancos y sería proporcional a los riesgos que asumen.
El primer ministro británico, Gordon Brown, había dicho previamente que entre las propuestas en estudio había una tasa sobre las transacciones financieras (tipo 'tasa Tobin') para que los bancos se responsabilizaran de una parte de lo que costaron al contribuyente durante la crisis, pero Strauss Kahn dijo que ésa no era la solución que prefería, por motivos técnicos.
"Por muchas razones (una tasa Tobin) es muy difícil, en realidad es imposible", dijo precisando que "prefería una segunda mejor solución que se pudiera aplicar".
"Hoy es razonable, con la crisis que acabamos de vivir, decir que el sector financiero, portador de mayores riesgos que los otros sectores económicos, debe pagar su parte de estos riesgos, y que no es para nada normal que individuos o empresas puedan tomar riesgos desmesurados que luego son pagados por la colectividad", dijo.
Strauss-Kahn dijo que su organización, a petición de los jefes de Estado reunidos en septiembre en Pittsburgh (Estados Unidos), trabaja actualmente en un sistema que llamó la "tasa FMI".
Esta tendría el "objetivo de reducir las tomas de riesgo en el sector financiero" y "al mismo tiempo constituir una especie de fondo de reserva que podría servir en caso de crisis".
"En los países donde haya mucha regulación financiera habrá menos necesidad de constituir una póliza porque habrá menos riesgo y en los que hay menos regulación, como Estados Unidos, habrá que pagar una póliza mayor", explicó comparando este sistema a un contrato de seguros.
Strauss-Kahn dijo que estas sumas "se acumularía para no tener que recurrir a los contribuyentes en caso de crisis".
"Si llegamos a instaurarla, habremos dado un gran paso en la regulación del sistema financiero", dijo.
El director del FMI estimó sin embargo que estaban lejos de un consenso. "Pero espero que en junio (en la próxima cumbre de jefes de Estado en Canadá) habrá un consenso para avanzar", agregó satisfecho por el momento con el "apoyo británico".