Economía

Economía.- El 60% de las compras por Internet en otro país de la UE se rechazan por trabas injustificadas, según la CE

Los consumidores españoles encuentran productos al menos un 10% más baratos en webs de otros países pero no siempre pueden completar la compra

BRUSELAS, 22 (EUROPA PRESS)

El 60% de las compras por Internet que realizan los consumidores comunitarios en otro país de la UE distinto al de su residencia no llegan a completarse porque el vendedor se niega a expedirlas o no acepta medios de pago adecuados para compras transfronterizas, según un estudio publicado hoy por la Comisión Europea. España es uno de los Estados miembros que plantea menos trabas a estas compras transfronterizas, ya que acepta más del 50%.

Esta fragmentación del mercado único para el comercio electrónico impide que los usuarios europeos puedan ahorrar comprando en otro país más barato que en su Estado miembro. De hecho, los consumidores en España, Portugal, Italia, Eslovenia, Dinamarca, Rumania, Letonia, Grecia, Estonia, Finlandia, Chipre y Malta encontraron productos al menos un 10% más baratos en webs de otros países, incluyendo los gastos de transporte, de acuerdo con el estudio.

Otra ventaja que se pierde con las trabas al comercio electrónico es el acceso a productos que sólo pueden encontrarse en otros Estados miembros. Así, el 50% de los productos analizados en el estudio no se hallaban en sitios nacionales y sólo los ofrecía un comerciante de otro Estado miembro.

Los consumidores de Bélgica, Bulgaria, Letonia, Malta y Rumanía experimentaron más rechazos en sus compras por Internet que la media comunitaria (en el 70% de los casos). Los países que dan más facilidades, además de España, son Austria, Dinamarca, Luxemburgo, Reino Unido e Italia.

Lo más difícil de comprar en otro país de la UE son ordenadores (sólo se aceptaron el 22% de los pedidos de media en la UE) y productos electrónicos (25%). En contraste, hay menos problemas para adquirir libros (67%) y música y películas (58%).

El estudio se elaboró mediante el sistema de *cliente misterioso*. Compradores que trabajaban de incógnito para la Comisión en toda la UE intentaron adquirir una lista de los cien productos más populares (por ejemplo, cámaras fotográficas, CDs, libros y ropa) a proveedores transfronterizos.

"En estos momentos, no se pueden hacer compras transfronterizas a través de Internet en la UE", denunció la comisaria responsable de Protección de los Consumidores, Meglena Kuneva. "No hay un mercado europeo de comercio electrónico sino 27 minimercados ineficientes. Tenemos la tecnología para un gran mercado pero no el comercio. Y ello está generando mucha frustración entre los ciudadanos europeos", señaló.

La diferencia entre el comercio electrónico nacional y el transfronterizo está aumentando como consecuencia de estas barreras. Mientras que el porcentaje de consumidores de la UE que compran por Internet aumentó del 27 % al 33 % en dos años (de 2006 a 2008), el porcentaje de los clientes que adquirieron un producto en otros Estado miembro se estancó (del 6 % al 7 %). Además, sólo un 21 % de los comerciantes venden actualmente a distancia en otros países.

PERDIDA DE POTENCIAL

Sin embargo, la Comisión sostiene que el potencial existe. Un tercio de los consumidores de la UE dice que consideraría la posibilidad de comprar en línea en otro país de la UE si el producto fuera más barato o mejor y un tercio está dispuesto a comprar en otro idioma. El 59 % de los distribuidores están dispuestos a vender en más de un idioma.

El mercado europeo del comercio electrónico ascendía a 106.000 millones de euros en 2006. Internet es el canal de distribución que más deprisa crece. En 2008, el 51 % de los distribuidores de la UE vendían en línea, según los datos de Bruselas.

La Comisión propuso una estrategia para hacer frente a las barreras que dificultan el comercio en línea transfronterizo con tres pilares. En primer lugar, crear un paquete "único y sencillo" de derechos de los consumidores de la UE aplicable también a las compras por Internet. El Ejecutivo comunitario quiere también simplificar las normas transfronterizas para los distribuidores, por ejemplo, sobre IVA, tasas de reciclaje y derechos de autor. Finalmente, Bruselas aboga por seguir realizando estudios para detectar prácticas irregulares y facilitar su erradic

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