
La economía de Alemania salió de la recesión en el segundo trimestre al crecer un 0,3%. El Producto Interior Bruto (PIB) se vio impulsado por la inversión del Gobierno, las cifras netas de comercio y el consumo privado, que contrarrestaron el descenso de las existencias de las empresas.
La expansión del PIB puso fin a cuatro trimestres seguidos de contracción, el peor bache económico de Alemania desde la II Guerra Mundial. Muchos analistas creen que el crecimiento debe aumentar en el período julio-septiembre.
La Oficina Federal de Estadística (Destasis) con sede en la ciudad de Wiesbaden, en el centro del país, destacó al confirmar sus cifras provisionales anteriores que la economía alemana inició el proceso de salida de la recesión esta primavera tras registrar las primeras cifras de crecimiento desde hace un año.
Los pilares de la mejora
"El gran descenso de los inventarios revela la necesidad de volver a incrementarlos y que la producción se verá potenciada", expresó Juergen Michels, economista de Citigroup en Londres. "La recuperación tiene un fondo relativamente sólido", agregó.
Según los datos publicados hoy por la Oficina Federal de Estadísticas, el comercio neto sumó 1,6 puntos porcentuales al PIB tras una caída de las importaciones que superó el descenso de las exportaciones.
El consumo privado añadió 0,4 puntos, mientras que la liquidación de existencias restó 1,9 puntos. Sólo una vez anteriormente tuvieron las existencias un impacto negativo mayor en la economía.
Los últimos indicadores, como la confianza empresarial del Ifo, han subido para mostrar un fortalecimiento de la recuperación. Otras medidas de confianza de los analistas y los inversores también han crecido en los meses más recientes.
En términos interanuales, la economía alemana se contrajo el 5,9% en el segundo trimestre tras la caída del 6,7% en el período enero-marzo.