
El ministro de Trabajo e Inmigración, Celestino Corbacho, ha estimado en cerca de 100 millones de euros el coste que supondrá cada mes de retroactividad que se aplique a la concesión del susidio para aquellos parados que hayan agotado la prestación.
Ayer, el presidente del Gobierno, Jose Luis Rodríguez Zapatero, anunció que se estaba contemplando modificar las nuevas ayudas a desempleados que podría incluir un cambios.
En una entrevista al diario El País, el ministro ha matizado las declaraciones de Zapatero al señalar que el único cambio que contempla Moncloa es el que tiene que ver con el carácter retroactivo de la medida. Además, señaló que la decisión de modificar la propuesta inicial se tomó ayer por la mañana. "Más que una rectificación se trata de "abrir una posibilidad de dialogar con sindicatos y partidos para ver si se hacen ajustes", aclara.
Un "margen corto"
En principio, se estableció que podrán acceder a la ayuda los que están en situación de desempleo sin prestación desde principios de agosto. En estos términos, el Gobierno cifró en 642 millones de euros el dinero que destinaría a esta dotación.
Así, según explica hoy el ministro de trabajo en una entrevista al diario El País, cada mes que se ampliase el límite para poder percibir las ayudas costaría a las arcas del Estado unos 100 millones de euros más. "Cualquier retroactividad supone unos 100 millones más por mes", declara.
No obstante, Corbacho incidió en la necesidad de tener en cuenta el contexto presupuestario y subrayó que "el presupuesto tiene un margen corto".
En cuanto al revuelo suscitado por los plazos fijados por el Ejecutivo, Corbacho explica que fue una medida que se planteó en el seno del diálogo social a propuesta de los sindicatos, por lo que en un inicio se pensó en ponerla en marcha en junio. Sin embargo, al fracasar las conversaciones entre los agentes sociales, el Gobierno "tomó como referencia la entrada en vigor a partir de la aprobación, con unos días de retroactividad".