
Las economías de Alemania y Francia han sorprendido al mercado con un comportamiento en el segundo trimestre del año mejor de lo previsto. El Producto Interior Bruto (PIB) de ambos países ha abandonado las caídas para registrar crecimientos positivos y dar los primeros síntomas de recuperación ante la crisis económica.
La economía alemana registró un ligero crecimiento, por primera vez desde el primer trimestre de 2008. Según los datos publicados hoy por la Oficina Federal de Estadística, el PIB experimentó en el segundo trimestre un incremento del 0,3% en comparación con los tres meses precedentes.
En tasa interanual, es decir respecto al mismo periodo del año anterior, el PIB germano descendió un 5,9%, tras la caída del 6,7% revisada dos décimas al alza.
Los datos son mejores de lo previsto por los analistas. Los expertos consultados por Bloomberg esperaban de media que la primera economía europea se contrajese un 0,2% en el trimestre y un 6,6% en tasa interanual.
La Oficina de Estadísticas revisó además los datos correspondientes al primer trimestre, y en lugar de un retroceso del 3,8 por ciento con respecto al último parcial de 2008 calculado en las cifras provisionales, el retroceso sólo fue del 3,5 por ciento.
El ligero crecimiento durante el segundo trimestre se debió fundamentalmente a los impulsos registrados en el consumo interno, y en las inversiones públicas.
También el comercio exterior contribuyó a dar un impulso a la economía; aunque la demanda exterior disminuyó como consecuencia de la crisis mundial, las importaciones se redujeron más que las exportaciones, lo que contribuyó a mejorar el superávit de la balanza comercial.
Francia se despide de la recesión
El PIB francés creció el 0,3% en el segundo trimestre del año, lo que supone romper con cuatro trimestres consecutivos de caída de la economía, según ha informado hoy la ministra francesa de Economía, Christine Lagarde.
Se trata de un dato inesperado, según Lagarde, que se sustenta en el mejor comportamiento de lo previsto en el consumo interno y en las exportaciones.
"El consumo de los franceses se mantiene y crece el 0,3% frente al 0,2% anterior. El segundo motor importante, que también ha supuesto un auténtico cambio, ha sido la contribución de las exportaciones", declaró Lagarde en la emisora RTL.
La ministra indicó que en el periodo Francia exportó más que importó y destacó la contribución de las exportaciones de bienes industriales, que contribuyeron con un saldo positivo del 0,9% al crecimiento del PIB.
La subida del PIB no había sido adelantada por el Instituto Nacional de Estadística (INSEE) en sus estimaciones, en las que preveía un descenso de la economía del 0,6% en el segundo trimestre.
En los primeros tres meses del año la economía francesa se contrajo el 1,2%.