
Los mensajes entre Moncloa y la OTAN se contradicen, o al menos no encajan en los detalles. Si el Ejecutivo español hablaba de lograr una excepción para no tener que destinar el 5% del PIB a defensa, el secretario general de la Alianza Atlántica, Mark Rutte, desdice el mensaje de Madrid. Y el inquilino de la Casa Blanca no lo deja pasar por alto. El jefe de la OTAN ha confirmado este martes al presidente de Estados Unidos, Donald Trump que los 32 aliados han suscrito el compromiso de destinar el 5% del PIB a defensa.
"Europa va a pagar a lo grande, como debería, y será tu victoria", decía en Rutte en un mensaje al republicano, que el líder estadounidense ha hecho público en la red social Truth Social. El holandés ha afirmado que Trump se dirige "a otro gran éxito en La Haya esta noche".
"No fue fácil", dice en el texto el secretario de la Alianza Atlántica, para luego confirmar que "tenemos a todos inscritos al 5%" de gasto militar. En su mensaje Rutte ensalza el rol del republicano para llevar a la Alianza Atlántica "a un momento muy importante para América, Europa y el mundo. Usted logrará algo que NINGÚN presidente estadounidense en décadas podría lograr".

En un paso más, el secretario general de la OTAN ha felicitado a Trump "por su acción decisiva en Irán", tras la ofensiva de Washington del pasado fin de semana.
La Haya reúne esta noche y durante la jornada de mañana a los jefes de Estado y de Gobierno de los países miembros de la OTAN con la intención de lograr un compromiso vinculante para aupar el gasto en defensa. El nuevo contexto geopolítico, con la guerra de Ucrania y la inestabilidad de Oriente Medio obliga a los aliados a estar alerta. El propio Rutte advertía esta mañana que en cinco años Rusia podría atacar a un país miembro de la Alianza Atlántica.
Pero el intercambio de mensajes hecho público por Trump es especialmente relevante por la excepción de la que Moncloa hacia gala el fin de semana y que, posteriormente, desmentía el exprimer ministro holandés. El Ejecutivo de Pedro Sánchez anunciaba que, tras un intercambio por correspondencia previo a la cita, había conseguido una excepción para España de tal manera que no tendría que elevar su gasto militar al 5% como el resto de aliados.
Hablaba de que había suscrito el compromiso pero con un lenguaje lo suficientemente ambiguo como para que no se impusiera ningún porcentaje concreto a España, que viene rechazado poder alcanzar tal umbral tanto por el ritmo de crecimiento que experimenta nuestro país, como por los recursos destinados al flanco este con el despliegue de efectivos.