
España no termina de afianzarse en el top 10 global en paridad de género. El último informe del Foro Económico Mundial (WEF por sus siglas en inglés) deja al país fuera de las diez primeras posiciones y lo relega al puesto 12 desde la décima posición del año pasado. Pese a los avances en reducción de la desigualdad, a lo largo de los 19 años de historia del Informe Global sobre la Brecha de Género, han sido contadas las ocasiones en las que España ha aparecido entre las diez primeras economías.
El análisis, que valora cuatro secciones socioeconómicas para calcular el nivel de paridad de los 148 países analizados (economía, educación, salud y política), indica que en el último año el avance hacia la igualdad de género se ha estancado (ha caído una milésima) precisamente por el peor desempeño en apartado de participación económica y oportunidades, donde ocupa el puesto 49.
España no logra la consistencia de otras potencias europeas. Desde 2006, España sólo ha estado cuatro veces entre las primeras 10 posiciones. Se estrenó en 2007 con la décima posición, no volvería a aparecer en ese ranking hasta 2019, cuando logró el octavo puesto y, por último, en 2024 con una décima posición que no ha logrado revalidar este año. Este comportamiento inestable contrasta con el de las otros países europeos que llevan aferrados a los primeros puestos prácticamente desde que se realiza el informe anual.
Las economías europeas copan ocho de los diez primero puestos del ranking de 2025. La primera posición vuelve a ser para Islandia, con un 92,6% de igualdad, que lidera el Índice Global de Brecha de Género desde hace 16 años, cuando en 2009 se alzó por primera vez con la corona. De momento, es la única economía que ha reducido la brecha en más del 90% hasta la fecha. Por contrastar con el caso español, en el examen económico, pese a que es en el que más camino tiene por recorrer, ocupa la posición 10 mundial.

Tras Islandia se sitúan Finlandia (87,9%) en segunda posición, Noruega (86,3%) en tercera y Suecia (81,7%) en cuarta, todas economías europeas que se han mantenido en el top 10 desde la primera edición, en 2006. Por detrás, en los puestos quinto y sexto, se sitúan Reino Unido (83,8%), que regresa entre los 10 primeros por primera vez desde 2006, y Nueva Zelanda (82,7%9, representante del segmento Asia Oriental y el Pacífico que ha estado en las primeras posiciones en 18 de las 19 ediciones hasta ahora (sólo cayó por debajo de la décima posición en 2014).
La República de Moldavia (81,3%), en séptima posición, se une al top 10 por primera vez y Namibia (81,1%), en el octavo puesto, mantiene la representación de África Subsahariana en el top desde 2021. Alemania (80,3%,), en novena posición e Irlanda (80,1%), en la décima, cierran el listado.
La presidenta del Gobierno y los menores salarios
La posición 12 de 148 ubica a España en un lugar privilegiado en la lucha contra la brecha de género y ya cuenta con plena paridad en educación y casi en salud. Es el empoderamiento político el que más lastra al país. Pese a cumplir plenamente a nivel gubernamental (hay 11 ministras y 11 ministros), el país nunca ha tenido una presidenta del Gobierno (Islandia sí) y queda tiempo para que la relación hombres-mujeres en el parlamento sea igualitaria.
En el apartado económico, es la representación de mujeres en puestos de liderazgo donde menos paridad se da (también en Islandia) así como en los ingresos, que siguen estando por debajo los de las mujeres que los de sus colegas hombres.
Este guion es generalizado. El índice del WEF refleja esta barrera: pese a que las mujeres representan el 41,2% de la fuerza laboral en todo el mundo, sólo el 28,8% de los puestos de liderazgo de relevancia.
A nivel global, la brecha de género se ha reducido al 68,8% tras el mayor impulso del índice desde la pandemia, pero aún, alcanzar la plena paridad llevará, a este ritmo, 123 años de distancia.