
Desde su retorno a la Casa Blanca, Donald Trump ha puesto en jaque a los mercados de todo el mundo. Su ambición por acabar con el déficit comercial de Estados Unidos llegó a su punto álgido en abril, con el llamado Liberation Day, en el que el mandatario norteamericano afirmó que iba a imponer aranceles "recíprocos" a países de todo el mundo.
Trump puso el foco especialmente en China, su principal competidor y, a su vez, el país que más deuda americana posee, pero también hizo énfasis en Europa. A pesar de que con los días ha ido rebajando el tono con ambas regiones y llegando a principios de acuerdo, lo cierto es que los mercados se recuperan, pero de una forma mucho más lenta de la que cayeron. Si bien índices como el S&P 500 crecen a un ritmo medio anual del 8%, en lo que llevamos de año apenas lo hace un 0,8%.
Ese estado de alerta se ha trasladado a las empresas de todo el mundo, sin ser las compañías españolas una excepción. El asunto va por barrios –en este caso, por sectores– debido a que hay algunos más expuestos que otros a la imposición de estas tarifas y del tablero de ajedrez que, en general, Trump ha montado para complacer a su lema de campaña "Make America Great Again". De momento, lo único que parece haber provocado es numerosos desencuentros con la Fed, el Banco Central estadounidense, que no ha podido seguir el ritmo del Banco Central Europeo en su bajada de tipos de interés porque precisamente esos aranceles son los que están provocando una nueva oleada de subidas de precios.
Ante este contexto de incertidumbre, las empresas de todo el mundo, entre ellas las españolas, apuestan por el conservadurismo. La dependencia de Estados Unidos es global, pero compañías como Acciona tienen allí prácticamente la mitad de sus inversiones. De hecho, los aranceles han paralizado parte de la estrategia empresarial de la compañía de los Entrecanales en Estados Unidos. Y no es la única firma española que ha visto como su hoja de ruta ha tenido que ser modificada.
Acciona
La compañía que dirige José Manuel Entrecanales trasladó a sus inversores la decisión de paralizar temporalmente dos importantes proyectos de almacenamiento mediante baterías, de 400 megavatios (MW) de potencia cada uno, previstos para su operación a lo largo de este año en Texas (EEUU), debido a "la incertidumbre y volatilidad generada por las políticas arancelarias implementadas por la administración Trump".
La división energética del grupo considera que el impacto económico de esta decisión será "modesto", pero puede que no sea el único, ya que también manifestó que el desarrollo de las negociaciones arancelarias entre EEUU y China podrían condicionar las decisiones de inversión.
En materia de infraestructuras, no obstante, el grupo mantiene una apuesta decidida para participar en las licitaciones millonarias de autopistas en régimen de concesión y otro tipo de proyectos en el país.
Repsol
La multienergética anunció una decisión similar el pasado 30 de abril, cuando presentó sus resultados relativos al primer trimestre del 2025. Sin desgranar posibles afecciones en la caída del 62,2% en sus beneficios, su consejero delegado, Josu Jon Imaz, comunicó que Repsol no asumirá nuevas inversiones ni compromisos de decisión final de inversión en el país norteamericano hasta tener un escenario claro sobre la política arancelaria de Donald Trump. "No digo que vaya a ser malo en absoluto. Lo que digo es que preferimos tener todas las cartas en nuestras manos para jugar. Así que vamos a esperar. Veremos cómo se desarrolla esta negociación a nivel mundial y, específicamente, entre Europa y Estados Unidos en las próximas semanas y meses", aseguró el directivo.
Iberdrola
Desde que los comicios en EEUU proclamaron la victoria de Trump, Ignacio Galán ha tratado activamente de mostrar el compromiso de Iberdrola con el país a través de inversiones valoradas en 20.000 millones de dólares hasta el año 2030, con el objetivo de modernizar, expandir y digitalizar las infraestructuras de redes. El presidente de la energética minimizó el impacto de la política arancelaria sobre su actividad sobre la inversión planificada para este 2025, cifrándola en menos del 1%, gracias a que más del 80% de las compras se realizan con proveedores locales y a que el 100% de los contratos estratégicos de los proyectos en construcción están garantizados. El único impacto relevante hasta marzo afectó a su negocio de eólica y solar, con un máximo de 130 millones de dólares (menos de un 10%) sobre el capex para proyectos en construcción.
Fluidra
La compañía de equipamiento para piscinas tiene en Norteamérica el 40% de sus ventas, pero alrededor del 50% de lo que vende en EEUU proviene de México y el 15% de China, por lo que los aranceles les tocan de lleno. Ha implementado un plan antiaranceles subiendo los precios un 3,5% en el país presidido por Trump, dado que el impacto estimado en el resultado puede llegar a los 50 millones de euros. Asimismo, incluye un plan de acción de control de costes y medidas de productividad, identificando oportunidades adicionales para lograr un ahorro de 120 millones de euros entre los años 2026 y 2030.
Acerinox
Acerinox obtuvo en marzo un resultado un 80% inferior que en el primer trimestre de 2024, ganando 10 millones de euros por los 53 millones de doce meses antes. La compañía está en el proceso de integración de Haynes International, fabricante americano de aleaciones de alto rendimiento, cuya adquisición se completó en noviembre. La acerera estima que el ebitda en el segundo trimestre será superior al primero a pesar de los aranceles. "Las tensiones deben ser positivas para Acerinox por ser Estados Unidos nuestro principal mercado. Sin embargo, nos preocupa que muchas de las exportaciones que se dirigían a EEUU y pierden competitividad con los aranceles, incluidas las europeas, puedan buscar salida en la UE", explicaron.
Cellnex Telecom
Cellnex Telecom limita la totalidad de su actividad al continente europeo, por lo que elude en primera instancia el impacto arancelario de los Estados Unidos. No obstante, el proveedor de infraestructuras de telecomunicaciones es especialmente sensible al incremento de los costes de suministros y dispositivos tecnológicos y, especialmente, a las variaciones del bono americano, cuya correlación es directa dado su elevado apalancamiento y estructura de deuda. Entre otros detalles, más del 86% de la deuda del grupo español está compuesta por emisiones de bonos del gigante americano. Cualquier elemento que disturbe la economía de Estados Unidos tendrá su reflejo en la cotizada española.
Telefónica
Pese a que Telefónica no realiza actividad comercial en los Estados Unidos, el grupo ha incorporado el nuevo riesgo que representa para su negocio la nueva política arancelaria al advertir que "podría incrementar los precios" de los productos y servicios de la teleco, con sobrecostes para los propios clientes. Por todo ello, Telefónica podría resentirse en sus negocios, tanto desde el punto de vista financiero como en los flujos de caja de la multinacional.
Por otra parte, la dependencia de Telefónica de las compañías estadounidenses es creciente, especialmente con las compañías tecnológicas, con numerosos proveedores en aquel país. La exención temporal del Gobierno de Trump en favor de los smartphones, chips y otros componentes tecnológicos suponen un alivio para la teleco, aunque dicha medida podría revertirse.
Rovi
La farmacéutica Rovi no vende medicamentos de forma directa a Estados Unidos, sino que los fabrica y los comercializa a través de Moderna, siendo ésta la que exporta a Norteamérica. Por lo tanto, la compañía no reseña un impacto directo, aunque dado el intenso vínculo de su socio con EEUU, Moderna podría tratar de negociar nuevos precios con el fabricante español para repartir el impacto. Según estimaciones de la compañía, las consecuencias podrían llegar a ser una rebaja de entre el 10% y el 15% en las ventas de 2025.
Amadeus
El proveedor tecnológico para el transporte aéreo, hoteles y agencias de viajes depende, en gran medida, de la confianza de los viajeros y su demanda. S&P ya ha advertido de una ralentización en la demanda de desplazamientos internacionales en las grandes aerolíneas, en especial en las que radican en EEUU.
Indra
Pese a las numerosas operaciones en el país norteamericano, Indra no muestra muchas inquietudes respecto a los aranceles. Según detalló José Vicente de los Mozos, CEO de Indra, el impacto podría cifrarse entre unos 3 y 4 millones de euros. Además, indican que los posibles sobrecostes podrían verse compensados con el incremento en gasto en Defensa promovido por Trump sobre todo el mundo.
ACS
ACS tiene en EEUU su primer mercado con más del 60% de sus ingresos y con Turner como principal generador de negocio del grupo. La compañía actúa en el país como empresa local y su consejero delegado, Juan Santamaría, señaló recientemente que EEUU lleva años incentivando la compra de productos locales, de modo que ACS ha limitado al máximo las compras fuera del país, mientras que en Europa la exposición a las adquisiciones estadounidenses es muy limitada. Más aún, su apuesta por el mercado norteamericano es indudable y trabaja por sumar nuevos proyectos de autopistas, entre otras infraestructuras.
Ferrovial
El consejero delegado de Ferrovial, Ignacio Madridejos, ya descartó a finales de febrero un gran impacto en su negocio en Estados Unidos por los aranceles, ya que se sirve de proveedores locales. Sí admitió algún impacto posible en su mayor activo en el mundo, la autopista 407 ETR de Canadá por el efecto que las políticas de Trump podrían tener sobre el PIB y, en consecuencia, sobre el tráfico. El grupo destina sus mayores esfuerzos inversores a EEUU, con la nueva terminal del aeropuerto JFK como principal destino, al tiempo que aguarda hacerse con nuevas autopistas y mira con interés el aeropuerto de Newark, en Nueva Jersey.
Sacyr
La exposición de Sacyr a EEUU es creciente tanto en construcción como, sobre todo, en concesiones. Su estrategia no ha cambiado y continúa muy interesada en seguir creciendo en el país con nuevas autopistas, universidades y proyectos de infraestructuras hídricas.
Banco Santander
Los bancos de momento tampoco han tomado acciones ante los aranceles, a pesar de que los más grandes, como Santander, tienen negocio en el país norteamericano. La entidad presidida por Ana Botín no varía sus objetivos para este 2025 y remarca su diversificación.
BBVA
En cambio BBVA sí que se ha resistido a mejorar sus objetivos en México, su primer mercado. Los préstamos evolucionaron a un ritmo del 17%, más acelerado que el doble dígito que estimó Carlos Torres. El consejero delegado, Onur Genç, desveló que la compañía está siendo muy cauta con estos movimientos.
Mapfre
El negocio de seguros tampoco es el más afectado por los aranceles, debido a que su naturaleza ni importa ni exporta bienes. No obstante, Mapfre, con negocio de autos en EEUU, puede contemplar cómo las reparaciones en los vehículos podrían incrementar sus costes, que por ende repercutirían en las primas.
Aena
La compañía aeroportuaria mantiene sus previsiones de tráfico intactas, aunque confirmó en la presentación de resultados que está monitorizando los primeros indicadores de cambios en la demanda del mercado estadounidense. Sin embargo, los datos desvelan que los aranceles, por el momento, no están condicionando a los viajeros.
IAG
En el caso de IAG, el grupo aéreo asegura haber vendido ya el 80% de sus asientos a EEUU para el segundo trimestre, cifras que se sitúan por encima de años anteriores, y donde se mantiene "muy fuerte" la venta de cabinas de clase business, que suponen la mitad de los ingresos en estas conexiones. Para el tercero ya se ha comercializado un 38% y para el cuarto un 17%. En lo relativo a la adquisición de aviones, el reciente anuncio de comprar 53 aeronaves al fabricante norteamericano no estará afectado por la política arancelaria al haber sido adquiridos en 2024.
La otra cara de la moneda
Sin embargo, no todas las compañías tienen ni siquiera por qué estar afectadas por los aranceles. Incluso algunas pueden obtener cierto rédito de su implantación. Es el caso de Grifols: la fabricante de hemoderivados posee fábricas en Estados Unidos que realizan todo el proceso en el país, por lo que no es necesario que salga de sus fronteras para importar ningún bien y, por ende, afrontar esos impuestos. De hecho, su CEO, Nacho Abia, aclaró en una entrevista a este medio que incluso pueden llegar a ser "una ventaja competitiva" frente a otras compañías que no tienen todo el proceso centralizado en el país norteamericano.
Por otro lado, para ArcelorMittal la visión no es tan positiva, ya que la incertidumbre en el mercado provoca reducir inevitablemente los ingresos para las exportaciones, aunque la compañía indica que no tienen mucha relevancia en las cuentas. De hecho, sacan dos puntos positivos de esta tendencia regulatoria: unos mayores márgenes en la firma de Estados Unidos por un aumento de precios, y en Europa tampoco lo ven con malos ojos, debido a la reactivación del Parlamento Europeo de medidas de apoyo a industrias de importancia estratégica, como la siderurgia, frente a lo que consideran "competencia desleal".
Información elaborada por Aitor Caballero, Sergio Guinaldo, Matteo Allievi, Antonio Lorenzo, Javier Mesones y Víctor de Elena.