
La que durante años ha sido considerada la locomotora que tira del tren europeo ha vuelto a coger velocidad. La economía alemana creció un 2,5% en 2006, después de un avance del 0,9% en 2005. Este ritmo es el más alto en seis ejercicios.
En el año 2000, el crecimiento económico alemán había sido del 3,2%. Según los datos publicados hoy por la Oficina Federal de Estadística, el mayor impulso de la actividad lo aportaron nuevamente las exportaciones, que se incrementaron un 12,4% en el año.
Consumo
Pero una de las claves de la aceleración germana ha sido el gasto de los consumidores, que creció a un ritmo del 0,6%. Las inversiones en equipo aumentaron un 7,3%, y en la construcción un 6,3%.
El buen estado de la primera economía de la zona euro se ha trasladado al mercado laboral. El desempleo cayó en diciembre a su nivel más bajo desde la reunificación en 1990 y situó la tasa de paro en el 9,8%.
Desaceleración
Pero el crecimiento alemán podría enfriarse este año. Varios son los factores que podrían ralentizar a la locomotora alemana. Las exportaciones pueden verse mermadas por un euro fuerte y una economía de Estados Unidos débil, mientras que la subida en tres puntos del Impuesto sobre el Valor Añadido (IVA), que desde el pasado día 1 se encuentra en el 19%, puede frenar el consumo privado.
Citigroup espera una desaceleración en 2007 que sitúe el avance del PIB en el 1,7%. "Descenderá la demanda doméstica y se moderarán las exportaciones. Esperamos que sea un año de ajustes para situar el crecimiento en unos niveles más sostenibles", comenta José Luis Martínez, estratega del banco.
Alemania también ha conocido hoy otra buena noticia económica. El país ha cumplido por primera vez desde hace cinco años los criterios del Pacto Europeo de Estabilidad y Crecimiento, al situar en 2006 el déficit del Estado en el 2% del PIB.