
La economía del sector servicios de España continuó expandiéndose en noviembre, aunque el crecimiento fue modesto y se vio respaldado en parte por una reducción de los pedidos pendientes, ya que la entrada de nuevos pedidos disminuyó ligeramente, así como por un aumento del empleo a costa del crecimimiento de los salarios y los gastos operativos, lo que elevo los precios. Además, la inflación de los precios de venta alcanzó su nivel más alto en cinco meses.
El índice PMI de actividad comercial del sector servicios español de HCOB, elaborado por S&P Global y publicado este martes, marcó los 51 puntos en noviembre, ligeramente por debajo de los 51,1 del mes anterior, aunque por encima del umbral de 50 puntos que separa el crecimiento de la contracción.
Según las empresas encuestadas las condiciones del mercado siguieron siendo moderadas y la toma de decisiones entre los clientes se caracterizó por un alto grado de duda e incertidumbre sobre las perspectivas económicas. Asimismo, los nuevos pedidos procedentes de clientes del extranjero cayeron por cuarto mes consecutivo en medio de informes de la falta de demanda de los clientes en los mercados de exportación clave.
Las compañías consultadas prevén una mejora en el entorno económico, que debería apuntalar el crecimiento de la actividad y la demanda del mercado. A pesar de la formación de un nuevo gobierno en noviembre, la incertidumbre política interna siguió siendo evidente, lo que significó que la confianza en el futuro se mantuviera muy por debajo de la tendencia en noviembre.

Para Cyrus de la Rubia, economista jefe de Hamburg Commercial Bank, la resiliencia sigue siendo la clave del juego en el sector servicios español. "Después de un periodo de debilidad a finales del verano, las empresas de servicios se han recuperado modestamente. Esta recuperación proporciona estabilidad a toda la economía, que está a punto de superar a las tres grandes economías de la zona euro este año y probablemente también el próximo. Esta estabilidad también beneficia al mercado laboral del sector servicios, ya que las empresas continúan contratando personal a un ritmo sólido", comentó.
De la Rubia razonó que "todo parece estar preparado para un crecimiento decente, pero bajo la superficie hay señales de fragilidad. En particular, los nuevos pedidos han quedado sumidos en un estado de estancamiento durante cuatro meses consecutivos, mientras que los nuevos pedidos de clientes del extranjero han disminuido continuamente durante el mismo período".
"No obstante", añadió el analista, "la confianza en las perspectivas mejoró un poco, aunque sigue estando muy por debajo de su media a largo plazo. En general, nuestro escenario base sigue siendo el de un crecimiento modesto para este sector de la economía durante los próximos meses".
El economista jefe de HCOB explicó también que "el sector servicios mostró cierta fortaleza gracias a la capacidad de las empresas de repercutir el incremento de los costes a sus clientes. La inflación de los precios de los insumos disminuyó un poco, pero volvió a alcanzar un nivel históricamente alto y los precios de venta incluso aumentaron a un ritmo más rápido que el mes anterior.
De la Rubia concluyó que "a juzgar por las empresas encuestadas, además de un aumento general de los precios de los proveedores y unas condiciones de refinanciación más caras, la subida de los salarios fue un factor importante que impulsó al alza los gastos operativos, hecho que apunta a una presión alcista continuada de la inflación durante los próximos meses".