El constructor automovilístico francés PSA reclamará en torno a la mitad de la cuantía que pagó a General Motors por la adquisición de Opel hace cuatro meses al considerar que no le informó previamente de la ausencia de un plan de reducción de las emisiones de gases contaminantes en los motores.
Según informa Reuters, la indemnización que solicita el grupo francés oscila entre los 600 y 800 millones de euros, es decir, aproximadamente la mitad de los 1.300 millones que pagó por la exfilial del fabricante estadounidense.
La dirección de PSA no ha querido comentar esta información, según la cual tienen previsto acudir a las instancias pertinentes para obtener esa compensación.
El fabricante francés reprocha a GM no haber recibido la información real sobre la trayectoria prevista en su filial europea sobre las emisiones de dióxido de carbono de sus vehículos.
Los medios agregan que PSA considera que en la situación actual, que desconocían en el momento de la compra, los motores de Opel incumplirían la reglamentación de la Unión Europea en ese capítulo, por lo que están expuestos al pago de fuertes multas. En concreto, Europa fija las sanciones en 95 euros por vehículo por cada gramo de CO2 excedido, siendo el objetivo establecer un máximo de 95 gramos por kilómetro para 2021.
PSA, que agrupa a Citroën y Peugeot, se convirtió en el número dos del sector automovilístico europeo tras la adquisición en marzo pasado a GM de Opel y Vauxhall.