El Bugatti Chiron se erigió recientemente en el coche de producción más rápido del planeta tras completar el 0-400-0 km/h en 41,96 segundos. Una marca sensacional que le consolidó como el rey de la velocidad, aunque su mandato, contra todo pronóstico, ha sido de lo más efímero puesto que acaba de ser destronado por el Koenigsegg Agera RS, el cual ha logrado parar el cronómetro en solo 36,44 segundos.
La gesta, que fue anticipada por la propia marca horas antes de su proclamación, la firmó Niklas Lilja en la pista del aeródromo Vandel en Dinamarca el pasado 1 de octubre.
El Agera RS tardó tan solo 26,88 segundos en alcanzar los 400 km/h, para lo que necesitó recorrer una distancia de 1,958 metros; y en la desaceleración sumó otros 9,56 segundos y 483 metros para sumar un tiempo total de 36,44 segundos y establecer un nuevo récord mundial. El coche, no obstante, alcanzó los 403 km/h de velocidad máxima antes de iniciar la frenada. Los datos fueron constatados por el registrador de datos AiM EVO5 junto con un AiM GPS08, ambos diseñados para medir tiempos de competición.
El Agera RS utilizado en esta prueba, cuyo motor ha sido actualizado, atesora un propulsor V8 de 5.0 litros capaz de desarrollar 1.360 caballos y 1.371 Nm de par motor.
