La Fiscalía de París ha abierto una investigación oficial sobre el consorcio automovilístico italoestadounidense Fiat Chrysler Automobiles (FCA) en relación con una presunta manipulación de las emisiones de algunos de sus modelos diésel. La compañía ya fue acusada de instalar un software ilegal en 100.000 vehículos diésel en EEUU.
Según informaron fuentes judiciales, la investigación dio comienzo el pasado 15 de marzo en relación dichas presuntas prácticas por parte de la compañía, después de que ya se hubieran iniciado acciones similares sobre Volkswagen y Renault.
"Puedo confirmar que se ha abierto una investigación judicial por engaño agravado", aseguraron dichas fuentes. Esta decisión judicial llega después de que la Dirección General de la Competencia, el Consumo y el Control de Fraudes de Francia (DGCCRF por sus siglas en francés) hubiera remitido los resultados de los análisis realizados a los tribunales, tal y como hizo con Volkswagen, Renault y el Grupo PSA, quien recientemente publicó los consumos reales de 1.000 versiones de 58 de sus modelos.
El inicio de esta investigación se conoce después que el Gobierno francés concluyera que la firma alemana Opel, recién adquirida por el Grupo PSA, no incumplió la legislación de emisiones contaminantes con sus vehículos diésel vendidos en Francia.
