Motor

Volkswagen reconoce el fraude de Audi: utilizó la transmisión automática para manipular las emisiones

El Grupo Volkswagen ha reconocido que los modelos de Audi con motores diésel y gasolina V6 3.0 afectados por el doble escándalo destapado la semana pasada aprovechan la transmisión automática para distorsionar las emisiones cuando están sometidos a la fase de pruebas. Un hecho que ya le ha costado a Volkswagen una tormenta de denuncias que superan las 100.000 por encubrir a su filial.

"Los programas de cambio adaptativo pueden conducir a resultados incorrectos e irreproducibles" en el momento de someter un vehículo a las pruebas de emisiones de gases contaminantes, según afirma el propio Grupo Volkswagen. "Estos sistemas de adaptación ayudan al conductor a ajustar los puntos de cambio de marcha para adaptarse mejor a cada situación de conducción", asegura. De igual forma, Volkswagen ha alegado que Audi está colaborando con las autoridades pertinentes: "Ha explicado los antecedentes técnicos de los programas de cambio adaptativo a La Autoridad Federal del Transporte Motorizado de Alemania (KBA) y ha proporcionado la información técnica disponible".

Cabe recordar que el Consejo de Recursos del Aire de California (CARB, en inglés) descubrió la semana pasada que los modelos A6, A8,Q5 y Q7 fabricados entre febrero de 2013 y mayo de 2016 y asociados al cambio automático "AL551" están equipados con un software por el cual, según el ángulo de giro, logran diferenciar si se encuentra en el banco de pruebas o en situación de conducción real; en caso de que el volante no se mueva tras haber arrancado el vehículo, se activa un programa para el motor que reduce las revoluciones y emite así particularmente menos CO2 y NOx.

Según dos fuentes consultadas por Reuters, las autoridades norteamericanas han abierto una investigación sobre el caso para averiguar el alcance y si se trata de una práctica ilegal o no de acuerdo a las normativas de EEUU. Por el momento, ni la Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos (EPA), ni Volkswagen, ni Audi, han hecho declaraciones al respecto.

En cualquier caso, se trata de una noticia que vuelve a empañar la imagen de Volkswagen -y la de Audi en especial- poco después de que lograse alcanzar el acuerdo con las autoridades nortamericanas por el que pagará casi 14.000 millones por la manipulación de los motores de dos litros en el otro gran frente abierto, el caso dieselgate. Además, a ese gran desembolso, la firma deberá sumar otros 2.500 millones para acometer el pago a los concesionarios, a los Estados y a los abogados de los dueños de los vehículos manipulados.

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