
Desde casi el anonimato para gran parte de la clientela a nivel mundial debido a la escasa repercusión mediática de la que goza, BYD ha conseguido consolidarse como el rival a batir en la carrera por los coches eléctricos. Dejando atrás a su rival por excelencia, Tesla, en el ranking de ventas de 2015, se ha erigido en la referencia en los coches ecológicos del futuro.
Se trata del primer fabricante mundial independiente, el segundo si se cuenta la alianza Renault-Nissan de forma unificada, gracias a sus 61.726 unidades vendidas en el último año. Unos guarismos que le permiten desbancar al prestigioso fabricante de vehículos eléctricos Tesla, que fija sus cifras en 50.574 ventas en 2015 según los datos extraídos de EV Sales, además de al gigante Volkswagen-Audi, que se ubica en quinta posición con 40.148 unidades comercializadas.
Pero el asalto a la primera posición no se circunscribe únicamente a las ventas, sino que BYD ha conseguido superar a la entidad de Palo Alto en lo que ha rentabilidad se refiere. La empresa china, que nació al igual que Tesla en 2003, ha logrado unas ganancias en el mercado de coches eléctricos de las que la firma californiana no puede presumir aún. Más de 1.200 millones de euros distan entre los beneficios generados por la empresa china y las pérdidas de la firma estadounidense. Y es que, mientras BYD generó en 2015 más de 400 millones de euros de ganancias netas al superar las estimaciones de los expertos, la empresa californiana registró unas pérdidas de 800 millones de euros en el conjunto del año.
No obstante, la superioridad de BYD se diluye en la comparativa por modelos, donde el poderío del Nissan Leaf y el Tesla Model S queda patente al mantenerles en la primera y segunda posición, respectivamente, en lo que coches más vendidos en 2016 se refiere. En 2015, en cambio, fue el Model S el que acabó el año como coche más comercializado con 50.366 unidades aventajando en casi 7.000 ventas al Nissan Leaf, que terminó con 43.870.
Una firma en auge
A pesar de consolidarse como la marca con más peso en este tipo de motorización que se encuentra en plena ebullición, BYD no se pone límites. Para cuando haya concluido el presente año, el plan es haber fijado el número de ventas en 150.000 unidades, más del doble que el año anterior.
Y es que en la firma saben que es el momento de atacar en este mercado. El Gobierno chino está en pleno proceso de catarsis medioambiental y ha fomentado la compra de vehículos ecológicos con subvenciones de hasta 8.500 euros por comprador, por lo que la entidad, de la cual el fondo de inversión del prestigioso empresario Warren Buffet tiene el 9% de participación, no parece que vaya a escatimar en esfuerzos económicos hasta 2020, cuando el Gobierno de Pekín espera alcanzar los tres millones de vehículos limpios.
BYD cuenta con tres modelos de motorización híbrida que actualmente sustentan su buena cuota de mercado en China : BYD Tang, un SUV híbrido con capacidad para recorrer 80 km en eléctrico; BYD Qin, una berlina que cuenta con una versión híbrida que lideró el mercado entre 2014 y 2015 además de una eléctrica; y BYD e6, un hatchback con el que la firma irrumpió en el mercado allá por 2009 con una versión estándar que puede rodar 300 kilómetros con una sola carga.
No obstante, en abril se reforzó con el lanzamiento de un nuevo modelo que promete grandes éxitos para BYD. Se trata del Qin EV300, una berlina capaz de presumir de prestaciones gracias a sus 218 CV de potencia y acelerar de 0 a 100 km/h en tan solo 7,9 segundos. Una amenaza para los fabricantes de vehículos eléctricos más reconocidos a nivel mundial que ya se ha convertido en una realidad palpable tras el zarpazo sufrido en las ventas.