
Sólo unos días después de que la Generalitat valenciana anunciara que tiene previsto revisar los contratos que vinculan a Valencia con el GP de Europa de F1, el ejecutivo catalán ha hecho lo propio. "Podría pasar lo mismo", insinúa el responsable de Economía del gobierno de Cataluña.
Los profundos recortes que está llevando a cabo la Generalitat catalana con vistas a reducir el déficit podrían alcanzar también a la presencia de la Fórmula 1 en Montmeló. "En las condiciones actuales hemos de mirar línea por línea en qué nos gastamos el dinero. En la F1 nos gastamos mucho y no está claro que nos lo podamos permitir", explicó ayer Andreu Mas-Collel, consejero de Economía en el gobierno regional de Cataluña, en declaraciones a Rac1.
Mas-Collel sugería así que su equipo de gobierno revisará los contratos firmados con Bernie Ecclestone, patrón de los derechos de Fórmula 1, por los que alberga la celebración del GP de España de la categoría reina. La subida del precio que exige el magnate británico por celebrar una prueba se antoja inasumible para un país azotado por un gran déficit público al que debe sumarse la mermada asistencia de público en las últimas citas, especialmente en Valencia.
Sin embargo, aún queda lejos la opción de suprimir por completo la F1 en Cataluña. El director del Circuit, Salvador Serviá, se apresuraba ayer a aclarar en la misma emisora que Mas-Collel que sacar las carreras de Montmeló podría suponer un fuerte trauma para la economía nacional. "Hay que ir paso a paso, tenemos un impacto de 130 millones de euros y prescindir de esto para el país es caro. Los contratos se pueden renegociar, pero para anular se han de incumplir términos", advierte Serviá.
Si no hay rebajas...
Corren malos tiempos para el deporte del motor en España. Con una afición que no termina de hacer rentable la celebración de Grandes Premios, la solución pasa o por buscar una rebaja en el precio de contratación, lo cual mediando Ecclestone y otros muchos países que quieren entrar en el calendario parece poco probable, o bien, directamente, por sacar toda la F1 del país. Es esta segunda opción, muy barajada en los últimos meses, la que parece ser favorita por los responsables políticos de Cataluña y Valencia.