
El torrente de dinero que liberó el BCE está alimentando la demanda de los estadounidenses y otros inversores internacionales por las acciones del Viejo Continente, así como por la divisa única, que es necesaria para adquirirlas. Los fondos de inversión globales y los fondos que cotizan en bolsa (ETF's) que se concentran en acciones europeas han atraído 63.600 millones de dólares en lo que va de año, un 70% más que en igual período de 2014, según datos que recopiló EPFR Global.
Más que un reflejo de las perspectivas de crecimiento de la zona del euro, la demanda de la moneda que comparten 19 países refleja el interés de los inversores que quieren una parte del alza de las acciones de la región en lo que va del año.
"Las acciones europeas pasaron de la noche a la mañana de ser una clase muy impopular de activos a convertirse en muy buscadas", explicó David Donabedian, máximo responsable de inversión en Atlanta de Atlantic Trust Private Wealth Management, que gestiona 26.200 millones de dólares. "A corto plazo, es probable que se estabilicen un poco más".
Resultado del estímulo
La demanda de las acciones de la Eurozona ha llevado el Índice Stoxx Europe 600 a un nuevo récord desde que el presidente del BCE, Mario Draghi, anunciara su plan de flexibilización cuantitativa -QE por la sigla en inglés- el 22 de enero. Los aumentos reflejan la reacción que despertó el tercer programa de compra de bonos de la Reserva Federal de los Estados Unidos, que se extendió desde septiembre de 2012 hasta octubre de 2014 e hizo subir las acciones estadounidenses. El dólar se apreció alrededor de un 10% en ese período.
Algunas firmas administradoras de dinero han renunciado a las coberturas cambiarias en sus inversiones europeas, según han señalado los analistas de Nomura, encabezados por Jens Nordvig en una nota para sus inversores.
Alrededor del 30% de los 25.500 millones de dólares inyectados a los fondos que cotizan en bolsa de EEUU concentrados en acciones europeas adoptó estrategias sin cobertura, según datos que recopiló Bloomberg. Esos 8.000 millones de dólares son comparables a la cantidad total que se invirtió en el mismo período de 2014 en fondos similares pero que cotizan en bolsas (ETF's), con y sin cobertura.
"Si se es un inversor norteamericano, por fin tenemos un QE y por fin las autoridades responden", asegura Susanne Alexandor, miembro del equipo de inversión de Cougar Global Investments, una firma de Toronto de inversión en fondos que cotizan en bolsa y que administra 1.300 millones de dólares. "Nos gusta el mercado y decidimos tomar la divisa sin cobertura porque no estamos muy convencidos de que el euro pueda bajar demasiado respecto del nivel actual".
De este modo, la gran demanda de euros por parte de inversores de todo el mundo ha frenado en seco la depreciación de la moneda única, que en los últimos días ha ganado terreno frente al dólar. La renta variable europea vive un momento alcista que los inversores quieren aprovechar. Para comprar acciones del Ibex 35 (por ejemplo) se necesitan euros, por lo que un inversor de Florida necesita comprar euros para adquirir acciones de Telefónica, lo que aprecia la cotización de la divisa de la Eurozona.