Distribución

La cesta de la compra se encarecerá en Valencia por la obligación de devolver los envases a las tiendas

Una máquina de retorno a prueba en Cadaqués.

La propuesta de la Generalitat valenciana de obligar a los consumidores a devolver los envases de refrescos, aguas y cervezas a las tiendas ha puesto en pie de guerra al sector español del gran consumo, que se prepara ya para una fuerte subida de los precios por el encarecimiento de los costes.

La medida, que beneficia a la empresa noruega Tomra, especializada en la venta de las máquinas de recogida, es rechazada de forma unánime por distribuidores y fabricantes. "Los políticos toman a veces decisiones sin pensar en las consecuencias", asegura Javier Campo, presidente de la organización Aecoc, que ha calificado la medida de "aberración" porque "multiplicará por siete los costes actuales". Cada producto subirá cinco céntimos de precio, pero además el consumidor deberá abonar otra fianza de otros diez más.

El sector ha mantenido reuniones de trabajo con la consejera valenciana de Agricultura y Medio Ambiente, Elena Cebrián, y con el secretario autonómico de Medio Ambiente, Julià Álvaro Prat, pero según denunció ayer el director general de Aecoc, José María Bonmatí, el problema es que "no nos escuchan".

Coste de 175 millones

Óscar Martin, consejero delegado de Ecoembes, asegura que el coste de implantar el sistema de máquinas para la recogida de envases se elevará a 175 millones de euros al año, que repercutirán íntegramente en la distribución. Hay que tener en cuenta que si medida se implantara a nivel nacional, el coste sería de 970 millones, a los que habría que asumir otros 67 millones de agujero para los ayuntamientos.

Lo que pretende la Generalitat valenciana, con una anteproyecto de ley que ha sido ya presentado a las partes, es que el consumidor asuma el coste del sistema y adelante el pago de una fianza. "Cuando devuelva los envases, se le daría un ticket a cambio, no recuperaría el dinero inmediatamente", explica Óscar Martín. Esa fianza sería de 10 céntimos, al margen del encarecimiento de cada producto. La intención del Gobierno valenciano es que el nuevo sistema, que se conoce como el SDDR, afecte a los refrescos, las aguas y las cervezas. Pero sólo para envases inferiores a dos litros de PET, acero y aluminio.

"Se va a confundir al consumidor y además se complica la separación en el hogar, al tener que realizarse una clasificación adicional", dice el director general de Aecoc. "Se va a producir un aumento de precios ya que es evidente que los costes subirán", insiste Bonmatí. En principio, el Gobierno valenciano se ha comprometido a subvencionar a la distribución con dos céntimos por envase, pero para el sector es claramente insuficiente. El consejero delegado de Ecoembes va de hecho más allá y dice que "no se puede mercantilizar el reciclaje". En su opinión, "al sector le da igual que sean dos que 28, porque ha dicho que no de forma unánime".

Por ahora, el sistema sólo está implantado en los países nórdicos, Lituania y Alemania. En éste último país aporta sin embargo únicamente 2,7 puntos porcentuales al total de la cifra de reciclaje, que se eleva al 98%. "Es demagógico y mentira decir que el reciclaje crece por la implantación del SDDR", sentencia el consejero delegado de Ecoembes.

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