
El fondo de capital privado 3i redobla su apuesta por las infraestructuras de España. La firma británica ha alcanzado un acuerdo con la constructora madrileña Aldesa para forjar un consorcio y pujar por los proyectos del Plan Extraordinario de Inversión en Carreteras (PIC), que contará con una dotación de 5.000 millones de euros. Se suma así a otros grandes fondos como Aberdeen, DIF, Macquarie, Meridiam, Mirova o John Laing, que han puesto la iniciativa del Ministerio de Fomento en su radar.
Otros fondos de infraestructuras negocian para participar en el PIC, como TIIC. La firma lusa, propiedad de Brisa, Millenium BCP y Compagnie Benjamin de Rothschild, está en conversaciones con Copcisa. La constructora catalana también está hablando con otros dos fondos, uno de ellos español, así como con otras constructoras medianas para sumar fuerzas. Entre estas últimas, Construcciones Sarrión, Rover Alcisa, Cyopsa y Getinsa han llegado a un acuerdo para unirse y se hallan en estos momentos en negociaciones con un fondo de inversión europeo para completar el consorcio. También se está trabajando en la formación de una alianza por parte de constructoras valencianas Pavasal, Becsa y CHM.
La irrupción de 3i en el Plan de Carreteras refleja el interés que España sigue despertando para el fondo, a pesar de que recientemente ha tomado la decisión de cerrar su oficina en Madrid para pilotar las inversiones desde Londres. En el ámbito de las infraestructuras, 3i acordó a finales de 2016 la adquisición de las participaciones del fondo Eiser Infrastructure en cuatro concesiones españolas. Se trata de la Autovía del Noroeste, ubicada en Murcia y con una longitud de 62 kilómetros; la Autovía del Turia, en Valencia y de 52 kilómetros; el intercambiador de Moncloa y la terminal de la Plaza Elíptica.
Aldesa y 3i competirán por el Plan de Carreteras con otros consorcios estables liderados por constructoras españolas. Es el caso de ACS, que ha formado equipo con el fondo de infraestructuras holandés DIF. Sacyr y Acciona han hecho lo propio con los británicos Aberdeen y John Laing, respectivamente, al tiempo que la catalana Comsa se ha alineado con Mirova, firma del banco galo Natixis, y la gallega Copasa con InfraRed.
La andaluza Azvi, por su parte, ultima un acuerdo con el fondo australiano Macquarie y podrían sumar otra constructora -en el sector apuntan a Rubau-, mientras que Ferrovial aún no ha tomado una decisión definitiva pero mantiene conversaciones con el francés Meridiam. También OHL está a la espera de sellar un acuerdo con un fondo internacional y FCC, por el contrario, prevé analizar su participación proyecto a proyecto. La concesionaria lusa Ascendi (Ardian) y Globalvia igualmente buscan socios.
2.000 millones
El PIC abarcará una veintena de corredores de la red transeuropea y se estructurará a través del pago por disponibilidad -no habrá peajes para los usuarios-. El modelo establecido es la colaboración público-privada y estará financiado en un 20% por las concesionarias, en un 40% por fondos europeos (Plan Juncker) y en un 40% por fondos de inversión y bancos. Las concesiones tendrán una vida de 30 años.
Con una dotación global de 5.000 millones de euros, los presupuestos de los proyectos oscilarán entre los 100 millones y los 500 millones de euros. El calendario que maneja el Ministerio de Fomento es sacar a licitación todos los contratos entre 2018 y 2019. Para este curso, el plan del departamento que dirige Íñigo de la Serna es poner a concurso obras por unos 2.000 millones.
Hasta la fecha, el Gobierno ha anunciado tres proyectos del PIC. Ha sido el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, el encargado de viajar a cada uno de los territorios donde se implementará la inversión para realizar esos anuncios. Se trata del Arco Noroeste de Murcia, con una inversión estimada de 241 millones de euros; el Eje Este-Oeste de la A-7 de Alicante y Murcia, con 580 millones; y tres nuevos tramos de la A7 (CV-10) desde Vilanova de Alcolea hasta la Jana, en Castellón, con una dotación de 434 millones.
La construcción de los proyectos generará 48.000 empleos directos, a los que se sumarán 30.000 indirectos y 72.000 inducidos, para un total de 150.000. En la fase concesional, creará 12.000 directos, 8.000 indirectos y 19.200 inducidos, para un total de 39.200. En conjunto, el programa permitirá sumar al mercado laboral a 189.200 personas.
Retorno fiscal de 3.000 millones
El Plan Extraordinario de Inversión en Carreteras (PIC) propiciará un retorno fiscal de cerca de 3.000 millones de euros, según los cálculos del Gobeirno. Deriva de que cada euro invertido en infraestructuras genera más de 0,5 euros.
Los objetivos de déficit público no están en riesgo, toda vez que el sistema concesional aprobado se sustenta en la inversión privada y del BEI. Sí generará gasto presupuestario desde el lado del canon que el Estado pagará a las concesionarias, con 350 millones anuales.