
El Govern de la Generalitat creará un índice de referencia de los precios del alquiler de la vivienda en Cataluña con el fin de "moderar los incrementos desproporcionados" de las rentas en Cataluña.
La consellera de Gobernación y Vivienda, Meritxell Borràs, ha anunciado que el ejecutivo catalán aprobará en dos meses un decreto por el cual se creará este índice, y ha precisado que en los contratos de alquiler que se firmen en Cataluña deberá constar si el precio pactado entre ambas partes está por encima de lo que marca este índice.
De igual forma, cuando un piso se anuncie en un portal de Internet o en una agencia inmobiliaria deberá figurar también si el precio ofertado está por debajo o por encima del precio de referencia calculado por la Generalitat para esa zona o bien para ese municipio.
Bonificar el IBI
Borràs ha asegurado que, de esta forma, la Generalitat pone en marcha un instrumento que los ayuntamientos catalanes podrán usar para "bonificar" o bien para "penalizar" a un propietario con el IBI en función del precio al que tenga alquilado un inmueble.
No obstante, Borràs ha admitido que el Impuesto de Bienes Inmuebles (IBI) compete a los ayuntamientos, por lo que sus eventuales rebajas o subidas dependen de los consistorios.
Actualmente, el Instituto Catalán del Suelo (Incasòl) ya calcula el precio medio del alquiler en Cataluña, pero ahora la Generalitat quiere aprovechar todos los datos que tiene a su alcance este organismo para crear un índice en el que se calcule el precio mensual por metro cuadrado de una vivienda y que recoja también aspectos como si la finca tiene o no ascensor, su antigüedad o bien el estado del piso.
En el caso de que un propietario alquile un piso por debajo del precio de referencia, la Generalitat le dará mayores "facilidades" para acceder a ayudas a la rehabilitación o para obtener avales al alquiler.
El Incasòl dispone de todos estos datos porque quien alquila un piso está obligado a depositar ante este organismo la fianza que retiene al arrendatario para hacer frente a posibles desperfectos.
La Generalitat ha decidido crear dicho índice después de que en 2016 el precio del alquiler en Cataluña haya continuado incrementándose a gran ritmo.
Según datos del portal inmobiliario Fotocasa, Cataluña, con Barcelona a la cabeza, se ha posicionado como la comunidad con la vivienda de alquiler más cara de España, con un precio medio de 11,24 euros por metro cuadrado al mes, y en la capital catalana el precio ha aumentado en todos los distritos, especialmente en el Eixample, que ha subido un 18,3%, seguido de Sants-Montjuïc (17,8%), Nou Barris (17%), Sant Andreu (13,9%), Sant Martí (12%) y Gràcia (10,3%).
Borràs ha asegurado que con medidas como este índice, la Generalitat quiere contribuir a que no haya "incrementos desproporcionados" del precio del alquiler. A la pregunta de si cree que Barcelona vive una burbuja en materia de alquiler, ha evitado poner calificativos a la situación que vive la capital catalana, aunque ha apelado a moderar los "incrementos exagerados" de precios que se están produciendo.
Por otra parte, la consellera ha avanzado que la Generalitat pretende aprobar una ley catalana de arrendamientos urbanos en el plazo de nueve meses, y que aspira a crear la figura del contrato del alquiler de cinco años, ampliable a otros tres, así como a crear uno de larga duración entre 15 y 20 años.
Preguntado por la posibilidad de que estas medidas choquen con la ley estatal de arrendamientos urbanos, ha recordado que la Generalitat ha anunciado un referéndum de independencia en septiembre y que estas medidas podrían tener cabida en un nuevo escenario político.
En el caso de que Cataluña no hubiera modificado su estatus legal, Borràs ha asegurado: "exprimiremos al máximo nuestras posibilidades legales".
La consellera ha dado a conocer estas propuestas en materia de vivienda después de presidir una reunión del grupo de trabajo impulsado por el Govern para fijar los criterios que deben servir de base para una futura legislación sobre los arrendamientos urbanos.