
Grupo Villar Mir, OHL Desarrollos y la firma suiza Corestate han roto su alianza en España, mediante la que querían desarrollar distintos proyectos inmobiliarios. Así lo han confirmado a este periódico fuentes del grupo que preside Juan Miguel Villar Mir, que aseguran que la decisión de este divorcio se ha tomado "de mutuo acuerdo".
Los rumores de que su relación, sellada en febrero de 2015, no estaba resultando fructífera llevan sonando meses en el mercado madrileño, donde, precisamente, iban a promover su primera operación conjunta. Se trata de la Quinta Torre, un rascacielos de 165 metros de altura, que será vecino de las Cuatro Torres y se convertirá en la nueva sede del Instituto de Empresa (IE), al norte de la capital.
Aunque en el sector apuntan hacia la financiación como el posible motivo de ruptura, desde la compañía aseguran que la causa real para deshacer su alianza son "las diferencias que han surgido en la estrategia inmobiliaria de los socios".
Con la separación de las partes se pone fin a la joint venture mediante la cual se creó la sociedad conjunta Iberian Corestate Capital Advisor. El vehículo nació con el objetivo de "construir una cartera de activos en España que ofreciera oportunidades de inversión para los socios e inversores internacionales". Esta firma fue la que, en septiembre de 2015, anunció el acuerdo para desarrollar un nuevo rascacielos en Madrid, con una inversión conjunta de 240 millones.
Búsqueda de nuevos socios
Ahora, el Grupo Villar Mir, que tiene en sus manos la adjudicación de este proyecto por parte del Ayuntamiento de Madrid, tendrá que buscar un nuevo socio o recurrir a financiación bancaria para poder sacar adelante este desarrollo. En este sentido, el propio Juan Miguel Villar Mir aseguró hace unos meses estar en conversaciones con Hispania, pero la situación podría haber cambiado desde entonces, ya que fuentes del sector afirman que la estrategia de esta socimi está ahora más enfocada hacia el sector hotelero.
Sin embargo, Villar Mir no ha perdido el tiempo, y las mismas fuentes apuntan a que ha entablado contactos con otros inversores interesados. Además, el anuncio de la ruptura con Corestate podría alimentar la aparición de nuevas novias para el proyecto, ya que el apetito de los grandes fondos e inversores internacionales por el mercado de oficinas español, donde se detecta una importante escasez de producto, es voraz y cada vez mayor.
Al margen de estas negociaciones, el desarrollo sigue en marcha y desde la compañía aseguran que "el proceso de tramitación de licencias sigue su curso normal", si bien será complicado que se cumplan los plazos anunciados inicialmente, que preveían el arranque de las obras para este mismo mes de noviembre y la entrega del proyecto para 2019.