
A medida que progresa la campaña electoral, los partidos van definiendo algunos de sus posicionamientos.
En un contexto en que todas las encuestas avanzan que ningún partido contará con suficiente respaldo como para formar gobierno solo, lo que se anticipa clave son los pactos que se puedan cerrar a partir del 22-D. Y comienzan a marcarse líneas rojas.
Miquel Iceta, candidato del PSC, que se anticipa presidente de la Generalitat, ya no niega categóricamente alcanzar un pacto con C's y PP, aunque reconoce que no se ve haciendo presidente "ni a Albiol, ni a Arrimadas", mientras que marca distancias con ERC.
En una conferencia ayer en Barcelona, en el Círculo de Economía, descartó un tripartito de izquierdas, con ERC y Catalunya en Comú, y planteó un Govern con un conseller o consellera jefe (que podría incluso entenderse como una oferta indirecta para Inés Arrimadas) para liderar las gestiones diarias de la Generalitat. Iceta cree que, en este momento, es clave que el próximo presidente de Cataluña deba trabajar mucho "con las instituciones españolas y europeas".
Iceta defendió en el lobby económico catalán que el PSC era el único partido que planteaba en el programa un "mejor financiación para Cataluña" y también les pidió el voto porque "la oferta que hacemos y su ubicación de centro izquierda es la única que permite alcanzar el acuerdo que necesita Cataluña".
El candidato también se refirió al PSOE durante el acto y señaló que si es presidente defenderá claramente los intereses de Cataluña. "Es algo que he visto en Maragall y en Montilla", apostilló. De hecho, Miquel Iceta cuenta con propuestas propias, que se alejan de los socialistas.
Así, en una entrevista por la radio este miércoles, señaló que es partidario de "indultar" a los políticos y activistas independentistas que se encuentran en prisión, entre ellos, Oriol Junqueras y Joaquim Forn. El PSOE se desmarcó de esta propuesta e insistió que era un posicionamiento de Iceta.
En cuanto a los partidos independentistas, también comienzan a incluir los temas económicos en su campaña, aunque les está costando tener que reconocer que las vías unilaterales no son positivas para la economía.
Lo reconoció ayer Marta Rovira, secretaria general de ERC, mientras que Josep Rull, que abandonó la prisión la semana pasada, en un acto de campaña de Junts per Catalunya, también evitó hablar de que la única vía es la unilateralidad.
"Dentro de la democracia hay mucho margen de maniobra, el problema que tenemos con el Estado español y con el Gobierno del PP es que es un Gobierno de debilidad extrema", señaló.