
Aunque los bolsistas suelen advertir que es imposible anticipar con seguridad el movimiento del mercado a corto plazo, la realidad es que parece muy complicado que los ejecutivos de Banco Sabadell vayan a aprovechar el plan de stock options que la entidad lanzó en 2014.
Este programa, de incentivos a largo plazo, finaliza el próximo 31 de marzo y para que los beneficiarios -varios centenares de directivos de Sabadell- se beneficien de él, las acciones de la entidad tendrían que superar los 1,75 euros; es decir subir un 19 por ciento respecto a los precios actuales en bolsa, ya que el banco cerró ayer a 1,47 euros.
Dos de los grandes perjudicados de la próxima muerte de estas opciones son Josep Oliu y Jaime Guardiola, presidente y consejero delegado del Sabadell, que, según figura en el informe sobre retribuciones de 2016, controlan 2,816 millones y 2,491 millones de opciones, respectivamente, de este programa. Si las acciones del Sabadell cerraran el 31 de marzo un céntimo por encima de los 1,75 euros, ambos ejecutivos cobrarían más de 20.000 euros como retribución variable (en efectivo o con entrega de acciones).
Nueva oportunidad en 2019
Si bien Banco Sabadell se ha recuperado desde sus mínimos en 2016 -se anota un 35 por ciento desde julio-, la distancia que le separa con el nivel de los 1,75 euros es significativa y además no cotiza sobre este precio desde diciembre de 2015.
Guardiola y Oliu tendrán una nueva oportunidad de beneficiarse de un programa de stock options en 2019. Para entonces, la barrera es más baja -el precio de ejercicio se ubica en 1,49 euros-, pero los dos ejecutivos cuentan con menos opciones: Oliu ha recibido 1,6 millones y Guardiola; 1,4 millones.