La gestión del talento, la puesta en marcha del mecanismo que se encarga de incorporar nuevos recursos humanos a una corporación o empresa. En este sentido, ha sido este término, acuñado por David Watkins, de Softscape, en el año 1998, el que ha venido a poner en relieve la importancia de que las empresas den prioridad, dentro de su propia organización, a aquellas personas que tengan talento.
Atraer y retener a todos aquellos empleados productivos y competentes se ha convertido en la base estratégica de muchas compañías. Así, una empresa debe de llevar a cabo una serie de planes y procesos tendentes a enfatizar la retención de dicho talento, lo que se traduce en colocar al empleado en aquel puesto de trabajo donde sus habilidades y competencias sean potencial y óptimamente desa- rrolladas.
Departamentos implicados
De ahí que los expertos aconsejen que todos los departamentos de la empresa estén implicados en la gestión del talento. De nada sirve, por ejemplo, que el departamento de Recursos Humanos desarrolle un costoso desembolso para reclutar a personal valioso si, posteriormente, los gerentes y supervisores de dicho trabajador no actúan acorde al potencial del individuo.
Todo un mecanismo que implicaría técnicas de potenciación, promoción, motivación, procurarle oportunidades, etc., de tal manera que dicho empleado viese recompensada su aportación laboral. No en vano, diversos estudios han puesto de manifiesto que el entorno cambiante en que nos desenvolvemos actualmente esté provocando que las empresas se sirvan del talento y las cualidades de sus empleados para ser más competitivas y conseguir el éxito. Sobre todo, porque en este escenario empresarial, se está originando la aparición de novedosas aptitudes y habilidades.
Alfonso Cebrián, director de la Fundación EAE
Suspenso en captación de talento
