
Goldman Sachs ha perdido 1.900 millones de dólares en el cuarto trimestre de 2017 por el efecto contable de la reforma fiscal de Donald Trump. Los gastos por impuestos de 4.400 millones como resultado del nuevo marco fiscal ha borrado las ganancias trimestrales de la entidad. Sin tener en cuenta la reforma fiscal, los beneficios trimestrales han sido de 2.140 millones de dólares.
En todo 2017, Goldman Sachs obtuvo un beneficio neto atribuido de 3.685 millones de dólares (3.013 millones de euros) en 2017, cifra que supone una caída del 48% respecto al resultado del ejercicio anterior, después de que la entidad haya registrado en el cuarto trimestre su primer resultado negativo desde 2011.
Los ingresos del banco han sido de 7.830 millones frente a los 7.600 millones de dólares esperados. Sin tener en cuenta el impacto fiscal, el beneficio de Goldman Sachs ha sido de 5,68 dólares por acción, frente a los 4,91 dólares por acción que esperaban los analistas.
El influyente banco de Wall Street, que inicialmente había estimado en unos 5.000 millones de dólares (4.091 millones de euros) la factura de la reforma tributaria aprobada en EEUU, finalmente ha rebajado esta cifra hasta un impacto negativo de 4.400 millones de dólares (3.598 millones de euros) en el último trimestre de 2017.
De hecho, a pesar de este impacto extraordinario, el consejero delegado de Goldman Sachs considera que, "con una economía global preparada para acelerar, la nueva legislación fiscal de EEUU proporciona un viento de cola".