
No es ninguna novedad: España no es uno de los activos favoritos para las sociedades de inversión de capital variable. Basta con mirar los datos que publica la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), que evidencian que, en lo que va ejercicio, las sicavs han reducido su cartera nacional un 5,21%. Una caída que, además, se une a la tendencia experimentada en los últimos ejercicios.
Por contextualizar, en el año 2012 el porcentaje que estos vehículos tenían en España rozaba el 49% de sus activos, muy lejos del 22,9% que suponen ahora, equivalente a 7.305 millones de euros según los últimos datos de la CNMV, correspondientes al cierre del segundo trimestre del año. O lo que es lo mismo, ni siquiera uno de cada cuatro euros invertidos en una sicav española está en el mercado nacional.
Por el contrario, en los últimos años el porcentaje de la cartera invertido en valores, bonos o fondos de inversión de fuera de España no ha hecho otra cosa que aumentar hasta alcanzar un 67,17% actual. O lo que es lo mismo, 21.396 millones de euros. Una cifra que, además, se ha incrementado un 4,82% desde enero.
La mayor parte de la inversión foránea se hace a través de fondos de inversión. De hecho, las instituciones de inversión colectiva internacionales suponen el 32,83% del patrimonio frente al 5,14% que suponen los fondos españoles en cartera.
Mínimos de 2002
La falta de confianza en el mercado español no afecta solo a su cartera. Según los últimos datos del regulador, existen 2.921 sicavs registradas en España. Lo que refleja dos cosas: por una parte, que por primera vez desde 2012 se sitúan por debajo de las 3.000 y, por otra, que supone la cifra más baja desde el año 2002. Una caída que está directamente relacionada con la incertidumbre regulatoria que las concierne.
Desde que el Partido Popular propusiera en su programa político de 2015 que solo computaran como los 100 accionistas necesarios para constituir una sicav aquellos que tuvieran una participación mínima del 0,55% del patrimonio [a día de hoy solo hace falta reunir un centenar de accionistas y 2,4 millones de euros en patrimonio total], el número de sociedades no ha hecho otra cosa que bajar. Bien a través de su disolución bien a través de su fusión con otros fondos o, simplemente, con la suspensión de su registro.
Así las cosas, y tras cerrar en 2016 el peor año de toda su historia, en lo que va de ejercicio solo se han constituido seis nuevos vehículos, según los datos de la CNMV: Alustream, Arin Inversiones Financieras, Compass Inversiones, Eremubus, Fadair y Pay Out Inversiones.